Que Significa La Palabra Semantica

¿Qué significa la palabra semántica?

La semántica1 es la ciencia del hombre que estudia el significado que expresamos mediante el lenguaje natural.2 Es una parte de la gramática que investiga el modo como se proyectan los objetos y situaciones del mundo en el código de la lengua.

¿Qué es la semántica y su ejemplo?

Relaciones de las palabras según el significado – Las palabras se pueden estudiar teniendo en cuenta distintas relaciones:

  • Monosemia, Es el fenómeno en el que una palabra posee un solo significado. Por ejemplo: La palabra “bibliografía” hace referencia a un conjunto de textos que se utilizan con un fin específico.
  • Polisemia, Es el fenómeno en el que una palabra posee distintos significados. Por ejemplo: La palabra “banco” puede hacer referencia a una entidad financiera o a un objeto que se utiliza para sentarse.
  • Sinonimia, Es la relación que se establece entre dos palabras que se escriben y se pronuncian distinto, pero que tienen el mismo significado. Por ejemplo: pastel y torta.
  • Antinomia, Es la relación que existe entre dos palabras que se escriben y se pronuncian distinto y que tienen significados opuestos. Por ejemplo: abierto y cerrado.
  • Homonimia, Es la relación que existe entre dos palabras que se escriben o se pronuncian igual, pero que tienen significados distintos. Por ejemplo: desecho y deshecho.
  • Hiponimia, Es la relación que se establece entre una palabra que tiene un significado más específico (hipónimo) y una palabra que tiene un significado más general. Por ejemplo: Canario es un hipónimo de pájaro.
  • Hiperonimia, Es la relación que se establece entre una palabra que tiene un significado más general (hiperónimo) y una palabra con un significado más específico. Por ejemplo: Mes es el hiperónimo de agosto.
  • Campo semántico, Es la relación que se establece entre palabras que comparten rasgos semánticos. Por ejemplo: El campo semántico de instrumentos musicales sería guitarra, bajo, batería, flauta, piano, etc.
  • Familias de palabras, Es la relación que se establece entre palabras que tienen una misma raíz y que, por ende, tienen significados similares. Por ejemplo: La familia de palabras de Luna es lunes, alunizar, lunático, etc.

¿Qué es semántica sinonimo?

La sinonimia es una relación semántica de identidad o semejanza de significados entre determinadas expresiones o palabras (llamadas sinónimos). Por tanto, sinónimos son expresiones o palabras que tienen un significado similar o idéntico entre sí, y pertenecen a la misma categoría gramatical.

¿Cómo se aplica la semántica?

Qué es la semántica – Se denomina como semántica a la ciencia lingüística que estudia el significado de las palabras y expresiones, es decir, lo que las palabras quieren decir cuando hablamos o escribimos. Término acuñado por Michel Bréal en 1833. La finalidad de la semántica es descomponer el significado en unidades más pequeñas, llamadas semas o rasgos semánticos, estos permiten segmentar el significado de las palabras, y diferenciar palabras de significado parecido y palabras de significado opuesto.

Por otro lado, la semántica lingüística se encarga de estudiar la denotación y connotación de las palabras, cuando el mensaje se expresa objetivamente, se dice que su significa es denotativo y, cuando a la comunicación objetiva se le añade alguna valoración personal mediante gestos o entonación, se habla de que su significado es connotativo.

El estudio de las palabras puede estar dividido en:

Sinonimia se produce cuando un mismo significante se puede expresar con varios significantes, por ejemplo: desplomarse, caerse, derrumbarse, entre otros.Antonimia se caracteriza porque el significante tiene el significado opuesto al de otro, por ejemplo: frío – caliente.Polisemia se origina cuando un significante le corresponde varios significados, es el caso de la palabra pata, le corresponde tanto a un animal como a la pata del mueble.Homonimia, es la semejanza de significados, las palabras homónimas presentan variación en la escritura, por ejemplo: tuvo (verbo tener) y tubo (objeto cilíndrico).

Un campo semántico es un conjunto de palabras o de expresiones que tienen un significado similar porque poseen una unidad básica funcional común, denominada sema (signo) o raíz lingüística. Vea también Campo semántico y Polisemia, La semántica lógica, utilizada en las ciencias, es el estudio de la relación entre un signo y su realidad.

Por otro lado, la semántica en ciencias cognitiva estudia la relación que la mente de una persona atribuye a los signos, y analiza el mecanismo psíquica entre el hablante y oyente. Existen palabras adoptadas de otras lenguas, es lo que se denomina calco semántico, Por otro lado, la ciencia semiótica se encarga de estudiar los signos, sus relaciones y significado.

En informática, la semántica se encarga de estudiar desde un punto de vista matemática, el significado de los programas o funciones. Etimológicamente, el término semántica proviene del griego “semantikos”, que significa “algo que tiene un significado relevante o significativo”.

¿Que nos enseña la semántica?

Cuestión de semántica. y retórica ANTONIO DOMÍNGUEZ MENA Notario de Madrid Sobre las “COMPENSACIONES INSTITUCIONALES” Desde un punto de vista lingüístico, la Semántica es el estudio del significado de las palabras y de sus variaciones, y de los problemas relacionados con el significado; desde un punto de vista lógico, es el estudio de las proposiciones de una teoría deductiva desde el punto de vista de su verdad o de su falsedad.

Por su parte, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española expone que, en la teoría lingüística generativa, la semántica es un componente de la gramática que interpreta la significación de los enunciados generados por la sintaxis y el léxico. Y desde un punto de vista menos técnico, cabe decir que nos encontramos ante una materia que puede definirse como el conjunto de estudios lingüísticos referentes al concepto de significado en el lenguaje.

La llamada semántica general de Korzybski y sus seguidores es una teoría acerca de los varios usos y supuestos abusos del lenguaje, se dice, produce graves confusiones al discernir en y sobre las ciencias y las matemáticas y puede ser factor desencadenante de trastornos mentales.

  1. Así nos lo enseña la Enciclopedia Universal Carroggio en aquellas entrañables versiones escritas que manejábamos cuando aún asistíamos al colegio, hoy ampliamente superadas con el uso de las nuevas tecnologías.
  2. También se nos ilustraba sobre los tipos de examen semántico; al efectuar un análisis de esta clase sobre un lenguaje se pueden distinguir tres factores: 1) La persona que utiliza las expresiones del lenguaje; 2) las expresiones empleadas y 3) aquello a que se refieren las expresiones.

Pero el desarrollo de la semántica –nos seguía enseñando Leonard Linsky en la Enciclopedia- se estimuló desde comienzos del siglo XX con el descubrimiento de las llamadas paradojas semánticas, de las que constituye un típico e importante ejemplo la paradoja de términos heterológicos.

Así, un término es heterológico cuando no posee la propiedad que él designa. Es heterológica la palabra “largo”, por no ser una palabra larga; pero la palabra “corto” no es heterológica, por ser efectivamente corta; la palabra “español” no es heterológica por ser española, pero sí lo es la palabra “francés”, por no ser francesa, sino española.

Y en cuanto a la Retórica, también se nos enseñaba en la misma Enciclopedia –en este caso por A.P.E.- que se trataba del arte liberal referido a la oratoria y relacionado directamente con la gramática y la dialéctica. A través de su Historia se le han atribuido varios significados, de los cuatro que continúan hoy vigentes.

El primero define la retórica como el arte de hablar en público; el segundo, como el arte de la persuasión; el tercero, como el estudio y la práctica del lenguaje y estilización del mismo en prosa; y el cuarto, toma el sentido peyorativo como equivalente a la ampulosidad en el uso del lenguaje. Alrededor del año 460 a.

de J.C., Córax y Tisias definieron la retórica como el arte de persuadir y se dedicaron al estudio de los problemas de la ordenación de conceptos y de sus probabilidades como medios de persuasión. Platón y Sócrates consideraron la forma del lenguaje, ante todo, como expresión de la verdad.

  • Aristóteles, en cambio, al igual que los sofistas, consideraba la retórica como el arte de la persuasión, pero sin desentenderse de las cuestiones morales.
  • Su Retórica considera únicamente tres medios de persuasión al alcance del orador: Su propio carácter, la palabra y las características del auditorio.

Después de Quintiliano y Cicerón, el estudio de la retórica ha sido considerado como el estudio de la elegancia y sutileza del lenguaje en prosa. “La Semántica es el estudio del significado de las palabras y de sus variaciones, y de los problemas relacionados con el significado” Pues bien, todo lo anterior nos resulta útil para, de una manera simpática y sin acritud ni ánimo de ofender a sus autores, descubrir el verdadero significado de las declaraciones que suelen efectuar las llamadas “personas públicas” o el contenido de algún texto legal, Así, encontramos algunas famosas declaraciones efectuadas en el último año por uno de los personajes más relevantes de la política española en relación a la angustiosa situación económica que todos conocemos y padecemos.

  1. Empezábamos la singladura con la declaración de que España estaba “en la Champions League de la Economía”; posteriormente, en una ligera desaceleración económica, más adelante se trataba de un “estado de ánimo” y, finalmente, en una situación de crisis.
  2. Lo anterior es un claro ejemplo de lo que hemos expuesto en materia de Semántica y Retórica, de paradojas semánticas y del arte de persuasión a través del lenguaje y estilización del mismo en prosa; de ampulosidad en el uso del lenguaje.

Y, como no podía ser de otra forma, el Notariado, como creación de la Sociedad, sensible a sus cambios, permeable, en contacto permanente con la misma, también tiene sus propias paradojas y su propia retórica en la “figura” de las llamadas “compensaciones institucionales” que reciben quienes se dedican a tareas corporativas dentro del Notariado, cuya existencia reglamentaria fue declarada nula por el Tribunal Supremo, a mi juicio con acierto a la vista de la claridad con que se pronuncia el propio Reglamento desde hace mucho tiempo, cuando proclama que los cargos son “gratuitos” y “honoríficos”.

Es más que evidente que la expresión también encaja en las llamadas paradojas semánticas, y, por supuesto, en todo lo dicho para la retórica. He de decir que estoy totalmente de acuerdo en que aquellos que realicen estas tareas corporativas reciban algún estímulo, incluso económico, pero esa situación requiere una justificación legal y una transparencia que, a día de hoy, no se dan, a pesar de la literalidad el precepto y de los pronunciamientos judiciales.

Y un ejemplo más de retórica, con el que concluyo. La revista de difusión interna del Notariado, El Consejo Informa, en su número 10, nos dice: “Todos los Decanos de los hoy 17 Colegios Notariales pueden aspirar a presidir el Consejo; aunque para los de fuera de Madrid, al estar la sede en la capital, la renuncia personal, familiar y profesional es mayor”.

Esto, curiosamente, también es una paradoja semántica, pues desde hace mucho tiempo, cualquier Decano de cualquier Colegio Notarial tenía la misma vocación presidencial que los demás –y ninguno ostentó el cargo-, y curiosamente, la mayor renuncia personal, familiar y profesional y, sobre todo, patrimonial, la han sufrido con el ejercicio de ese cargo quienes lo ostentaron siendo Decanos de Madrid, aunque eso sí, con el inmenso honor que para ellos supuso el privilegio de ostentar la más alta representación del Notariado sin “compensación institucional”, sino moral.

Y si lo dudan, pregunten a sus protagonistas. A todos ellos, desde estas pobres líneas, toda mi gratitud. Concluyo con una propuesta: ¿Y si a estos Presidentes, como muestra de gratitud, se les “compensara” ahora con un pago único a cada uno equivalente al que ha recibido en el último año el último Presidente en ejercer el cargo?.

¿Cuál es la finalidad de la semántica?

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  • ¿Qué es la semántica?
  • Sergio Zamora

Semántica (del griego semantikos, ‘lo que tiene significado’), estudio del significado de los signos lingüísticos, esto es, palabras, expresiones y oraciones. Quienes estudian la semántica tratan de responder a preguntas del tipo “¿Cuál es el significado de X (la palabra)?”.

Para ello tienen que estudiar qué signos existen y cuáles son los que poseen significación —esto es, qué significan para los hablantes, cómo los designan (es decir, de qué forma se refieren a ideas y cosas), y por último, cómo los interpretan los oyentes—. La finalidad de la semántica es establecer el significado de los signos —lo que significan— dentro del proceso que asigna tales significados.

La semántica se estudia desde una perspectiva filosófica (semántica pura), lingüística (semántica teórica y descriptiva) así como desde un enfoque que se conoce por semántica general. El aspecto filosófico está asentado en el conductismo y se centra en el proceso que establece la significación.

  1. El lingüístico estudia los elementos o los rasgos del significado y cómo se relacionan dentro del sistema lingüístico.
  2. La semántica general se interesa por el significado, por cómo influye en lo que la gente hace y dice.
  3. Cada uno de estos enfoques tiene aplicaciones específicas.
  4. En función de la semántica descriptiva, la antropología estudia lo que entiende un pueblo por importante desde el punto de vista cultural.

La psicología, sustentada por la semántica teórica, estudia qué proceso mental supone la comprensión y cómo identifica la gente la adquisición de un significado (así como un fonema y una estructura sintáctica). El conductismo aplicado a la psicología animal estudia qué especies animales son capaces de emitir mensajes y cómo lo hacen.

Quienes se apoyan en la semántica general examinan los distintos valores (o connotaciones) de los signos que supuestamente significan lo mismo, (del tipo ‘el manco de Lepanto’ y ‘el autor del Quijote’, para referirse los dos a Cervantes). La crítica literaria, influida por los estudios que distinguen la lengua literaria de la popular, describe cómo las metáforas evocan sentimientos y actitudes, entroncándose también en la semántica general.

La perspectiva filosófica A finales del siglo XIX, el lingüista francés Jules Alfred Bréal, propuso la “ciencia de las significaciones”, avanzando un paso más en los planteamientos del suizo Ferdinand de Saussure, que había investigado de qué forma se vincula el sentido a las expresiones y a los demás signos.

En 1910 los filósofos británicos Alfred North Whitehead y Bertrand Russell publicaron los Principia Mathematica, (Principios matemáticos) que ejercieron una gran influencia en el Círculo de Viena, un grupo de filósofos que desarrollaron un estudio filosófico de gran rigor conocido por positivismo lógico.

Lógica simbólica Una de las figuras más destacadas del Círculo de Viena, el filósofo alemán Rudolf Carnap, realizó su más importante contribución a la semántica filosófica cuando desarrolló la lógica simbólica: sistema formal que analiza los signos y lo que designan.

El positivismo lógico entiende que el significado es la relación que existe entre las palabras y las cosas, y su estudio tiene un fundamento empírico: puesto que el lenguaje, idealmente, es un reflejo de la realidad, sus signos se vinculan con cosas y hechos. Ahora bien, la lógica simbólica usa una notación matemática para establecer lo que designan los signos, y lo hace de forma más precisa y clara que la lengua también constituye por sí misma un lenguaje, concretamente un metalenguaje (lenguaje técnico formal) que se emplea para hablar de la lengua como si de otro objeto se tratara: la lengua es objeto de un determinado estudio semántico.

Una lengua objeto tiene un hablante (por ejemplo una francesa) que emplea expresiones (como por ejemplo la plume rouge ) para designar un significado, (en este caso para indicar una determinada pluma — plume — de color rojo — rouge —. La descripción completa de una lengua objeto se denomina semiótica de esa lengua.

La semiótica presenta los siguientes aspectos: 1) un aspecto semántico, en el que reciben designaciones específicas los signos (palabras, expresiones y oraciones); 2) un aspecto pragmático, en el que se indican las relaciones contextuales entre los hablantes y los signos; 3) un aspecto sintáctico, en el que se indican las relaciones formales que existen entre los elementos que conforman un signo (por ejemplo, entre los sonidos que forman una oración).

Cualquier lengua interpretada según la lógica simbólica es una lengua objeto que tiene unas reglas que vinculan los signos a sus designaciones. Cada signo que se interpreta tiene una condición de verdad —una condición que hay que encontrar para que el signo sea verdadero—.

  • El significado de un signo es lo que designa cuando se satisface su condición de verdad.
  • Por ejemplo la expresión o signo la luna es una esfera la comprende cualquiera que sepa español; sin embargo, aunque se comprenda, puede o no ser verdad.
  • La expresión es verdadera si la cosa a la que la expresión o signo se vincula —la luna— es de verdad una esfera.

Para determinar los valores de verdad del signo cada cual tendrá que comprobarlo mirando la luna. Semántica de los actos de habla La lógica simbólica de la escuela positivista intenta captar el significado a través de la verificación empírica de los signos —es decir, comprobar si la verdad del signo se puede confirmar observando algo en el mundo real—.

  • Este intento de comprender así el significado sólo ha tenido un éxito moderado.
  • El filósofo austriaco nacionalizado británico Ludwig Wittgenstein la abandonó en favor de su filosofía del “lenguaje corriente” donde se afirmaba que la verdad se basa en el lenguaje diario.
  • Puntualizaba que no todos los signos designan cosas que existen en el mundo, ni todos los signos se pueden asociar a valores de verdad.

En su enfoque de la semántica filosófica, las reglas del significado se revelan en el uso que se hace de la lengua. A partir de la filosofía del lenguaje diario la teoría ha desarrollado la semántica de los actos de habla, (donde habla es una realización concreta del lenguaje, según fue definida por Saussure).

  • El filósofo británico J.L.
  • Austin afirma que, cuando una persona dice algo, realiza un acto de habla, o hace algo, como enunciar, predecir o avisar, y su significado es lo que se hace en el acto de hablar por medio de la expresión.
  • Dando un paso más en esta teoría, el estadounidense John R.
  • Searle se centra en la necesidad de relacionar las funciones de los signos o expresiones con su contexto social.

Afirma que el habla implica al menos tres tipos de actos: 1) actos locucionarios, cuando se enuncian cosas que tienen cierto sentido o referencia (del tipo la luna es una esfera ); 2) actos ilocucionarios, cuando se promete o se ordena algo por medio de viva voz, y 3) actos perlocucionarios, cuando el hablante hace algo al interlocutor mientras habla, como enfurecerlo, consolarlo, prometerle algo o convencerlo de algo.

  1. La fuerza ilocucionaria, que reciben los signos —gracias a las acciones implícitas en lo que se dice— expresa las intenciones del hablante.
  2. Para conseguirlo, los signos que se empleen tienen que ser adecuados, sinceros y consistentes con las creencias y conducta del hablante, y así mismo tienen que ser reconocibles por el oyente y tener para él significado.

La semántica filosófica estudia la distinción entre la semántica organizada sobre los valores de verdad y la semántica de los actos de habla. Las críticas a esta teoría mantienen que su verdadera función es analizar el significado de la comunicación (como opuesto al significado del lenguaje), y que por consiguiente se convierte en pragmática, es decir, en semiótica, y por tanto relaciona los signos con el conocimiento del mundo que muestran los hablantes y los oyentes, en lugar de relacionar los signos con lo que designan (aspecto semántico) o de establecer las relaciones formales que hay entre los signos (aspecto sintáctico).

  1. Perspectiva lingüística
  2. Básicamente se distinguen dos escuelas: la semántica descriptiva y la teórica.
  3. Semántica descriptiva.

Desde esta perspectiva, las investigaciones se centran en examinar lo que significan los signos en una lengua concreta. Por ejemplo, investigan lo que constituye un nombre, un sintagma nominal, un verbo o un sintagma verbal. En algunas lenguas como el español, el análisis se hace a través de la relación sujeto-predicado.

En otras lenguas que no tienen claras las distinciones entre nombres, verbos y preposiciones, se puede decir lo que significan los signos cuando se analiza la estructura de lo que se llaman proposiciones. En este análisis, un signo es un operador que se combina con uno o más argumentos, signos también, —a menudo argumentos nominales (o sintagmas nominales)— o bien relaciona los argumentos nominales con otros elementos de la expresión (como los sintagmas preposicionales o los adverbiales).

Por ejemplo, en la expresión: El árbitro señaló falta al delantero, señaló es un operador que relaciona los argumentos ‘el árbitro’, ‘al delantero’, con el operador ‘falta’. Tanto si se hace el análisis basándose en la relación sujeto-predicado, como si se realiza partiendo de la proposición, la semántica descriptiva fija las clases de expresiones (o clases de unidades que se pueden sustituir dentro de un mismo signo) y las clases de unidades, que son las partes de la oración, como se llaman tradicionalmente (como nombres y verbos).

Así pues las clases que resultan, se definen en términos sintácticos, que además ejercen papeles semánticos; planteado de otra manera, las unidades que constituyen las clases realizan funciones gramaticales específicas, y cuando las realizan, establecen el significado por medio de la predicación, la referencia y las distinciones entre entidades, relaciones y acciones.

Por ejemplo ‘mojar’ pertenece a una determinada clase de expresión que contiene otras unidades como ‘modificar’ y ‘curar’, y también pertenece a la parte de la oración que se conoce por verbo, donde forma parte de la subclase operadores que necesitan dos argumentos, uno agente y otro paciente.

En La lluvia moja las calles, el papel semántico de ‘moja’ es el de relacionar dos argumentos nominales (‘lluvia’ y ‘calles’), por lo tanto su papel semántico es el de identificar un tipo de acción. Desgraciadamente no siempre es posible establecer una correlación exacta entre clases semánticas y papeles semánticos.

Por ejemplo, ‘David’ tiene el mismo papel semántico —el de identificar a una persona— en las siguientes oraciones: No nos parece fácil querer a David y No parece fácil que David nos quiera. Sin embargo el papel sintáctico de ‘David’ es diferente en las dos oraciones: en la primera ‘David’ es paciente y receptor de la acción, en la segunda es agente.

  1. La antropología, llamada etnolingüística, se sirve de la semántica lingüística para determinar cómo expresan los signos de una lengua las percepciones y creencias del pueblo que la habla, y esto es lo que se realiza por medio del análisis semántico formal (o análisis de componentes).
  2. Se entiende por signo una palabra, con unidad propia en el vocabulario, a la que se llama lexema.

El análisis de componentes demuestra la idea de que las categorías lingüísticas influyen o determinan la visión del mundo que tiene un determinado pueblo; esta hipótesis, llamada por algunos “hipótesis de Whorf”, la han formulado varios autores y ha sido muy debatida a principios de este siglo por otros autores como Sapir, Vendryes o Menéndez Pidal.

  1. En el análisis de componentes, los lexemas que pertenecen al mismo campo de significación, integran el dominio semántico.
  2. Éste se caracteriza por una serie de rasgos semánticos distintivos (componentes o constituyentes) que son las unidades mínimas de significado que distinguen a un lexema de otro.
  3. Un análisis de este tipo fija, por ejemplo, que en español el dominio semántico de asiento recubre básicamente los lexemas silla, sillón, sofá, banco, taburete y banqueta que se distinguen entre sí por tener o no respaldo, brazos, número de personas que se acomodan en el asiento, y altura de las patas.

Pero todos los lexemas tienen en común un componente o rasgo de significación: algo sobre lo que sentarse. Con el análisis de componentes, los lingüistas esperan poder identificar el conjunto universal de los rasgos semánticos que existen, a partir de los cuales cada lengua construye el suyo propio que la hace distinta de otra.

  1. El antropólogo estructuralista francés Claude Lévi-Strauss ha aplicado la hipótesis de los rasgos semánticos universales para analizar los sistemas de mito y parentesco de varias culturas.
  2. Demostró que los pueblos organizan sus sociedades e interpretan sus jerarquías en ellas de acuerdo con ciertas reglas, a pesar de las aparentes diferencias que muestran.

Semántica teórica Esta escuela busca una teoría general del significado dentro de la lengua. Para sus seguidores, llamados generativistas, el significado forma parte del conocimiento o competencia lingüística que todo humano posee. La gramática generativa, como modelo de la competencia lingüística, tiene tres componentes: el fonológico, (sistema de sonidos), el sintáctico y el semántico.

  1. Éste ultimo, dado que forma parte de la teoría generativa sobre el significado, se entiende como un sistema de reglas para decidir cómo hay que interpretar los signos susceptibles de interpretación y determina qué signos carecen de interpretación aunque sean expresiones gramaticales.
  2. Por ejemplo la frase Los gatos impresionistas pitaron una escalera carece de significado aunque sea una oración aceptable desde el punto de vista de su corrección sintáctica, —no hay reglas que puedan interpretarla porque la frase está semánticamente bloqueada—.

Estas mismas reglas también tienen que decidir qué interpretación es la adecuada en algunas oraciones ambiguas como: Tropezó el burro de Sancho que puede tener al menos dos interpretaciones. La semántica generativa surgió para explicar la capacidad que tiene el hablante para producir y entender expresiones nuevas donde falla la gramática o la sintaxis.

Su finalidad es demostrar cómo y por qué una persona, por ejemplo, comprende, en seguida que carece de significado la oración Los gatos impresionistas pitaron una escalera aunque está construida según las reglas de la gramática española; o cómo ese hablante decide en cuanto la oye, qué interpretación da, dentro de las dos posibles, a Tropezó el burro de Sancho.

La semántica generativa desarrolla la hipótesis de que toda la información necesaria para interpretar semánticamente un signo, (generalmente una oración) está en la estructura profunda sintáctica o gramatical de la frase. Esa estructura profunda incluye lexemas (que hay que entender como palabras o unidades del vocabulario que están formadas por rasgos semánticos que se han seleccionado dentro del conjunto universal de los rasgos semánticos).

  • En una estructura superficial (esto es cuando se habla) los lexemas aparecerán como nombres, verbos, adjetivos y otras partes de la oración, es decir, como unidades del vocabulario.
  • Cuando un hablante produce una oración, asigna a los lexemas los papeles semánticos (del tipo sujeto, objeto y predicado); el oyente escucha la oración e interpreta los rasgos semánticos que significan.

Se discute si son distintas la estructura profunda y la interpretación semántica. La mayoría de los generativistas afirman que una gramática debe generar la serie de expresiones bien construidas que sean posibles en cada lengua, y que esa gramática debería asignar la interpretación semántica que corresponda a cada expresión.

  1. Se discute también si la interpretación semántica debe entenderse que está basada en la estructura sintáctica (esto es, procede de la estructura profunda de la oración), o si debe estar basada sólo en la semántica.
  2. De acuerdo con Noam Chomsky, el fundador de esta escuela —dentro de una teoría de base sintáctica— puede que la estructura superficial y la profunda determinen conjuntamente la interpretación semántica de una expresión.

Semántica general Se centra en responder a la cuestión que plantea cómo los pueblos valoran las palabras y cómo influye en su conducta esa valoración. Sus principales representantes son el lingüista estadounidense de origen polaco Alfred Korzybski y el también lingüista y político de la misma nacionalidad S.I.

Hayakawa, quienes se esforzaron en alertar a la gente de los peligros que conlleva el tratar las palabras sólo en su condición de signos. Estos autores usan en sus escritos las directrices de la semántica general para invalidar las generalizaciones poco rigurosas, las actitudes rígidas, la finalidad incorrecta y la imprecisión.

No obstante, algunos filósofos y lingüistas han criticado la semántica general porque carece de rigor científico, razón por la cual este enfoque ha perdido popularidad. : http

¿Cómo utilizamos la semántica en la vida cotidiana?

Una semntica de lo cotidiano

UNA SEMNTICA DE LO COTIDIANO archivo del portal de recursos para estudiantes

ul> Mariluz Restrepo Cmo pensar “en serio” lo cotidiano retomndolo como un espacio de reflexin para la comunicacin? No se trata, entonces, de abordar una temtica dentro de la gama que sugiere el estudio de lo cotidiano, sino ms bien de presentar un abanico de posibilidades con la esperanza de abrir horizontes al trabajo metdico y reflexivo. Lo cotidiano es precisamente “desde dnde” el hombre puede realizar su vida, una categora articuladora de la existencia, que es posible abordar desde tres perspectivas: el anlisis de su campo semntico, una reflexin sobre el concepto a partir de tres ejes histricos: Heidegger, Lefebvre (Marxismo) y Husserl (fenomenologa) y su caracterizacin, buscando su sentido para el hombre desde diversas dimensiones: lo individual, lo social, lo econmico, lo histrico, lo tico-poltico y lo ontolgico. Por qu y desde dnde cotidianeidad y comunicacin?

En las ltimas dcadas lo cotidiano se presenta como un fenmeno de inters para las ciencias sociales. Socilogos como Touraine y Castoriadis reivindican la vida cotidiana como articuladora de la sociedad. En historia, especialmente en los trabajos enmarcados dentro del inters por recuperar la historia de las mentalidades colectivas, se da espacio al anlisis de hechos de la vida diaria que a simple vista parecen ser triviales (Cfr. Le Goff, Braudel, P. Veyne, G. Duby). Desde el punto de vista psicolgico, investigadores como Moles, han denominado como “micropsicologa” al estudio de los procesos psicolgicos implicados en las acciones de la cotidianeidad. En antropologa, el desarrollo del mtodo etnogrfico, a diferencia de los mtodos tradicionales de encuesta o de accin participativa, consiste precisamente en la observacin y anlisis de los procesos que vive el hombre. El antroplogo norteamericano Geertz ha denominado este tipo de actividad como “descripcin densa”, que busca encontrar las minuciosidades, las sutiles, las pequeas diferencias que explican y dan sentido a las acciones cotidianas del hombre(1). Es curioso, sin embargo, que el estudio de lo cotidiano se haya menospreciado y que aparezca como totalmente divorciado del “pensamiento serio”, de la ciencia. Si lo pensamos, lo cotidiano desde siempre ha estado amarrado al trabajo reflexivo. Solo como ejemplo, recordemos que Aristteles escribi la Potica a partir de su experiencia y la del pueblo griego ante una actividad cotidiana como era la tragedia, como espectculo. Interesa destacar cmo un filsofo como Kant dedic un libro a la “Metafsica de las costumbres”. En la literatura es patente esta relacin: Qu es “La Ilada” sino un cuento de la vida cotidiana, o el Quijote, las novelas de Balzac, el teatro de Ibsen o la narrativa de Garca Mrquez? Lo cotidiano siempre ha sido comunicado y la comunicacin es una accin cotidiana. Desde la comunicacin, hoy aparecen dos posturas extremas; aquellos que buscan con impaciencia el lugar de encuentro entre comunicacin y cotidianeidad, pensando que ah est la respuesta a los enigmas de la comunicacin, y otros que lo consideran insulso, poco importante y lo reducen, niegan la relacin o lo colocan entre parntesis. A veces, desde la comunicacin, se reduce, se simplifica y se mira lo masivo entendido, como lo calific Eco, como “apocalptico”; esto es, lo cotidiano como lo gris, lo annimo, lo que se repite, lo que no tiene mayor validez. Otras veces se entiende lo cotidiano como lo opuesto a la cultura “culta” a lo acadmico, a lo serio, lo superior, como si lo cotidiano no tuviera sentido y no hiciera parte de la cultura. En otras ocasiones lo cotidiano se equipara con las prcticas populares no para reivindicarlas, sino mirndolas peyorativamente, como eso que hacen los grupos subalternos, entendidos como “lo que est por debajo de”, y no desde la riqueza del concepto en Gramsci, no como lo que precisamente tiene validez por ser diferente, variado, mltiple. Propongo asumir lo cotidiano desde adentro para reconocer como ndice en la comunicacin como ciencia. Por qu una semntica de lo cotidiano? Quisiera precisar el concepto de semntica, que por supuesto no lo estoy tomando en la acepcin lgica de los filsofos analticos ingleses – como semntica lexical que separan semntica, sintaxis y pragmtica- sino que lo estoy entendiendo desde la propuesta de Benveniste y Ducrot: el sentido discursivo del lenguaje ordinario que centra su atencin en los procesos de la enunciacin y no en la estructura del enunciado. Entendida as, la semntica asume la sintaxis y la pragmtica y as tambin implica, tomndolo desde Aristteles, la Retrica, o sea una argumentacin, lo que, en lo cotidiano, lo vamos a poder entender como “tcticas”. Y supone la Potica, ese espacio de invencin, de creacin del hombre. La semntica no es solo buscar significaciones, significados, sino ms bien significandos. Uso el participio que nos da la idea de movimiento, una traduccin ms fiel de la palabra “meaning” utilizada por Austin y Searle, la cual no es significado ni sentido, sino el proceso que se va construyendo, que se hace, que no est dado. Ese proceso semntico nos da la posibilidad de lo simblico que por lo tanto debe descifrarse, que nos lleva a interpretar para poder comprender. Retomando a Ricour, lo que se trata de hacer con una semntica de lo cotidiano es encontrar el “exceso de sentido”, lo que est ah, detrs de las apariencias, dando paso hacia una hermenutica de lo cotidiano. Tendremos que trabajar lo cotidiano no como algo que se da inmediatamente, que aparece, que se ilumina como una revelacin, sino como algo que est mediado, es mediacin. Tiene que mirarse como expresin simblica, mirarse descifrando, encontrando el carcter sintomtico de lo superficial, buscando “lo sospechoso” que, como Eco bien lo expone, el trabajo de la sospecha es como un trabajo de detective que en nuestro caso, nos demuestra que lo cotidiano no se presenta; no est a la vista, ni est ante los ojos, sino que mediado por mltiples elementos se puede encontrar su funcin simblica expresada por lo plurismico. Es all precisamente donde se puede justificar un discurso de lo cotidiano. Tenemos, entonces, dos puntos de partida. Primero que lo cotidiano es complejo, no definible en una forma nica; es denso, lo contrario a lo transparente, tiene profundidad, perspectiva, tiene aristas, y es resonante: lo que reverbera, lo que tiene capacidad simblica. Segundo, algunas consecuencias metodolgicas. Lo anterior supone que no se puede acceder a lo cotidiano en forma directa; es necesario dar un rodeo para encontrar lo cotidiano a travs de sus expresiones y manifestaciones. Es dar un salto entre la verdad que aparece y el sentido que se esconde, entre claridad y lo escondido de lo cotidiano; el paso entre lo normativo, lo reglado, lo dado y lo simblico; entre lo presente, lo actual y lo original como originario y nico. Lo cotidiano, entonces, se va construyendo, no est dado, debemos armarlo. El proceso metodolgico es inherente a su construccin, ya que a medida que se avanza se va construyendo el objeto. Analgicamente, podramos entender lo cotidiano como el inconciente; como algo que puede conocerse pero que no est ah, que solo se va haciendo en la medida que se conoce, si no pasa desapercibido, se asume como dado; solo cuando se aborda su conocimiento, se hace conciente. La semntica de lo cotidiano supone encontrar relaciones entre los elementos, implicaciones que deben descifrarse, es un trabajo de filigrana, encontrando lo sutil. Es el paso de las estructuras superficiales a las estructuras profundas. No puede ser una simple taxonoma o sintaxis, sino ms bien el espacio para ir “tejiendo” el sentido, un tejido de lo cotidiano. Lo cotidiano, como hiptesis de base, es el espacio donde hombres y mujeres dicen -hablan- y hacen su vida. Lo cotidiano, entonces, siempre comunica, lo cotidiano es comunicacin. Lo cotidiano y su reflexin en la historia Aceptando un enorme recorte y una posicin muy interesada, quisiera tomar tres ejes histricos en la reflexin sobre lo cotidiano. En primer lugar retomemos el pensamiento de Heidegger en “El ser y el Tiempo”, donde mira lo cotidiano como la cada, la muerte, lo trivial, como los hechos fruto de un tiempo inmediato donde el hombre es un hombre annimo, gris, indefinido, vulgar, unidimensional; como un espacio de la cultura que es necesario hacer trascendente. Es la referencia al hombre masa, unidimensional, muy al estilo de Marcuse, esa visin apocalptica, de “la cada del ser”. En segundo lugar, quisiera tomar el Marxismo, en Lefebvre como una posicin particular. El marxismo parte de mirar lo cotidiano como falsa conciencia, como lo que enajena, como conciencia de clase que coloca una vidriera para poder acceder a la realidad. Lefebvre lo especifica diciendo que lo cotidiano opera sobre formas, las funciones, las instituciones; es un producto, un conjunto de funcionalidades que unen y renen los sistemas aparentemente distintos. Es lo que hace funcionar al hombre, pero lo hace mquina, lo hace programado, una visin muy de acuerdo con la concepcin marxista de enajenacin. Sin embargo, Lefebvre no se queda ah. En un artculo titulado “Quotidien” dice que lo cotidiano es “lo ms general y lo ms singular, lo ms social y lo ms individual, lo ms evidente y lo mejor ocultado”, y propone descifrar el mundo moderno, desde el jeroglfico de lo cotidiano. El concepto de “cotidianeidad” no designa pues, un sistema, sino el denominador comn a los sistemas existentes. Por qu el conocimiento de lo trivial, sera trivial; por qu el concepto de cotidianeidad no revelara el aspecto extraordinario de lo ordinario? Como tercer eje, me remito a la Fenomenologa, en particular a algunas propuestas de Husserl. El mundo-de-la-vida -Lebenswelt- resume lo que es la vida cotidiana que conjuga el deseo y el sentido. Es lo que no se capta directamente, es el fenmeno al cual se llega regresivamente. En una continua interrogacin regresiva que nos llevar hasta lo original. El mundo-de-la-vida siempre estar ligado a la pregunta por el fundamento. Se busca as encontrar lo sistemtico de lo superficial. Esto significa superar la visin de mundo- de-la-vida como lo sensible, para entenderlo como “mundo cultural y axiolgico, asegurado por una concepcin del sujeto definido en trminos de accin y de afecciones: se trata de un yo puedo y de un yo hago”. Aqu es donde nos situamos al abordar lo cotidiano. Bien valdra la pena en otra ocasin, intentar una fenomenologa del hecho de lo cotidiano. El discurso de lo cotidiano Sera suficientemente interesante presentar una caracterizacin de lo cotidiano desde los pensadores tradicionales de la cotidianeidad como, Luckcs y Heller. He preferido, sin embargo, considerar adems de dichos autores, las posturas y reflexiones de varios pensadores como M. De Certeau, Rubert De Vents, Hanna Arendt, M. Dufrenne y P. Ricour con el fin de aproximarse a una caracterizacin de lo cotidiano desde una perspectiva sistemtica y transversal ms que histrica o monogrfica. Propongo, entonces, retomar el sentido, alcances y posibilidades del discurso de lo cotidiano -cmo y dnde se dice lo cotidiano- frente a las diferentes dimensiones humanas. El discurso de lo cotidiano comprende tanto la esfera privada como la pblica y podramos afirmar que se dan tantos “discursos de lo cotidiano” como dimensiones humanas. Empezar por el mbito individual. Para cada hombre, para cada mujer en su cotidianeidad se concreta su vida. Los hechos cotidianos son “sus” hechos cotidianos, sus acciones individuales, singulares, particulares. ser todo aquello que atae como base vital de su vivir, es el espacio de sus conflictos, donde se vive y se expresa el dolor y la felicidad: “su” trabajo, “su” diversin, “su” forma de llorar y de amar. donde se manifiesta en todo su sentido el padecer humano, el drama de la vida humana. Siendo lo cotidiano para el individuo su espacio ms privado, tambin es a su vez el espacio ms pblico. Lo cotidiano precisamente es lo que permite el paso de la persona a la especie. En lo cotidiano se toma y se da sentido a las acciones de la vida. Para el individuo es el espacio de aprendizaje de su condicin de ser humano, es el mbito de su socializacin, donde se interioriza una gramtica de las acciones humanas que le permite relacionarse con los dems. Es a travs de la vida cotidiana como los individuos van aprendiendo, van sabiendo cundo, dnde y por qu hacer o no hacer, decir o no decir, para: “usos” y “tcticas”, como lo veremos ms adelante. Desde esta dimensin social se desprenden tres mbitos: lo econmico, lo poltico y lo histrico, donde lo cotidiano tambin se despliega, en toda su extensin. Es en las acciones cotidianas como el hombre satisface sus necesidades. La produccin, el trabajo, son parte de nuestra vida cotidiana, tal vez es el aspecto central del diario vivir. Siguiendo a Hanna Arendt, podemos afirmar que el trabajo puede relegarse a simple “trabajo para sobrevivir” seguramente alienante y empobrecedor que puede uniformar, hacer “grises” a hombres y mujeres. Pero tambin puede el trabajo tomarse como “obra”, como lo que se fija, lo que va dejando seales de condicin humana, como huellas de su inagotable posibilidad creadora, o bien puede entenderse como “accin” donde se manifiestan todas las posibilidades de iniciativa, de intervencin -esto es actuar teniendo en cuenta las circunstancias- de compromiso, como camino de su propia identidad. Y es precisamente desde la accin donde se esclarece el discurso de lo cotidiano en la historia. Como lo afirma Agnes Heller, lo cotidiano “es espejo y fermento secreto de la historia”. No solamente las revoluciones sociales y tecnolgicas cambian radicalmente la vida cotidiana sino que la vida cotidiana tiene una historia. Son las acciones diarias las que transforman la sociedad, es la interaccin cotidiana, casi escondida (secreta?) la que posibilita la macro-historia. Qu hubiese sido de Coln sin carabeleros, de Bolvar sin los llaneros o de la Revolucin Francesa sin pueblo? Desde ah se desprende el sentido tico-poltico de lo cotidiano. La vida cotidiana es un campo de continua eleccin exige una permanente toma de decisiones: desde cmo vestirse, casarse o no, asumir su propia vida. All precisamente se concretan las necesidades y la libertad. Se conjuga de una parte lo instantneo y fugaz con fundamentos rgidos que condicionan las acciones. Como bien lo expresa Luckcs, “en lo cotidiano se compromete el hombre entero” con pensamientos, sentimientos, percepciones y accin. Llegamos as a lo cotidiano en su dimensin ontolgica, como fundamento del ser. Lo cotidiano es el lugar de la vida, el mundo de la vida como fundamento. Es el comienzo y fin de toda actividad humana. Es el fundamento de la realidad sobre la cual se montan la ciencia y el arte, ambas simple abstraccin; o bien como construccin terica o bien como creacin de arquetipos que tienen su fundamento en lo real, en las acciones de la vida cotidiana. Podemos hasta aqu afirmar que lo cotidiano es denso, complejo, resonante, que tiene dimensiones temporales y espaciales y que por ser conflictivo y contradictorio es potencializador. Lo cotidiano es a su vez lo ms ntimo y lo ms proyectivo; lo cotidiano, entonces, supone describir el carcter sintomtico de lo superficial, sntomas que permiten develar la existencia humana. Lo cotidiano: categora articuladora de existencia Me propongo bajo este ttulo, retomar lo hasta aqu expuesto para proponer lo cotidiano como categora articuladora de existencia, entendida como mediacin, como pre-figuracin y como espacio de invencin. Dado el tiempo que me queda, solamente esbozar los puntos centrales de cada caracterizacin dejndolos abiertos para futuros trabajos de profundizacin. Parto de la siguiente hiptesis: el hecho cotidiano es lo que se dice, lo que se hace, es siempre discursivo, siempre presente. Sin embargo, de una parte, est anclado en la memoria, en la tradicin, en la historia, en lo dado, lo que es estructural, institucionalizado, cerrado y annimo; y de otra, se proyecta en la accin individual, particular, como acontecimiento, como lo que se va haciendo. Es en las acciones cotidianas donde se recrea el aqu (lugar) y el ahora (tiempo) de la existencia humana y donde se concreta la condicin simblica del ser humano. Visto as, lo cotidiano no es lo aparente sino lo que debe descifrarse; lo entendemos entonces como mediacin que a su vez requiere mediaciones para acceder a l. La vida cotidiana media entre lo privado y lo pblico (como se expuso anteriormente), es lo que facilita y permite conjugar la accin individual del hombre con la del otro, es lo que da sentido al decir y al actuar en la sociedad. Es lo que permite el paso de lo privado a lo pblico, de lo singular a lo universal, el paso del individuo a la especie. Lo cotidiano es mediacin entre el hombre y la naturaleza como posibilitador de cultural. En su cotidianeidad el hombre se expresa, dejando huella de su espritu, creando y recreando en continua tensin-distensin con la naturaleza. Los hechos cotidianos conjugan teora y prctica, en cada accin cotidiana hay un saber, un conocer que permite, facilita el hacer. En la vida cotidiana el ser se involucra integralmente. Podramos rpidamente volver al campo semntico de lo cotidiano para subrayar cmo el comprender lo cotidiano desde nuestra hiptesis, la dicotoma presentada, por ejemplo, entre lo ordinario y lo excepcional; lo general, y lo individual, lo trivial y lo especial, lo repetido y lo nuevo se funden y refunden en los hechos de la vida diaria. Lo cotidiano como mediacin, nos conduce a lo concreto -no como lo que aparece, sino a lo que se llega descifrndolo- al espacio de realizacin de la existencia humana. Proponemos tambin entender lo cotidiano como pre-figuracin, como aquello que pre-existe, que pre-forma, lo que nos posibilita interpretar, comprender y vivir la vida. Recordemos con Ricour que “solo podemos conocer lo conocido”. Cmo podramos acceder a la vida sino es en el diario vivir, esto es en lo cotidiano? Al hablar de vida cotidiana como pre-figuracin pensamos en conceptos anlogos que nos ayudan a explicar las “competencias de lenguaje” en Chomsky; el “esquematismo Kantiano”, el “inters” en Habermas; las “acciones bsicas” de A. Dant; el “habitus” en P. Bourdieu; los “juegos de lenguaje” de Wittgenstein. En otras palabras lo prefigurado es aquello que posibilita al hombre para ser y existir. Porque contamos con esas “competencias” con ese “inters” con nuestra “existencia cotidiana” podemos crear y recrear aprendiendo, resistiendo, transformando. En lo cotidiano se va re-sumiendo el legado social del hombre que pasa al individuo para permitirle su propia configuracin, la construccin de su propio relato donde se van explicitando las condiciones de posibilidad de ser. Lo cotidiano es entonces posibilitador, espacio de apertura para la imaginacin, la creacin, la subversin. las prcticas cotidianas, como dice M. De Certeau, componen un conjunto muy amplio, difcil de delimitar, que provisionalmente podemos designar como conjunto de procedimientos, como esquemas de operaciones que dan sentido a las acciones del hombre y posibilitan la comunicacin. Visto as, lo cotidiano como prefiguracin permite la configuracin y refiguracin de la “historia” de la existencia humana. Es precisamente en el hecho cotidiano donde el individuo se expresa, se afirma, se realiza dejando su huella en la vida social. Lo cotidiano es, entonces, de invencin permanente como lo llam M. De Certeau. Las prcticas cotidianas siempre sern hechos singulares repletos de imaginacin creadora. El hombre sabe cmo y cundo hacer y siempre tiene razones para. En el hecho cotidiano el hombre se manifiesta como ser nico que continuamente ejerce su voluntad, confirma su liberad. En su prctica cotidiana el hombre recupera su privacidad, haciendo uso de su posibilidad de elegir, ah radica el potencial de la vida cotidiana como salida a la alienacin. Frente a una tradicin convertida en repeticin anquilosada o el desarraigamiento, el vaco producido por la rutina, en las prcticas cotidianas se da el espacio para la realizacin del ser. La sabidura prctica, frente al conocimiento meramente racional, es siempre el conocimiento de lo razonable de lo que tiene sentido para el hombre, de lo que le es til, conveniente y oportuno. El saber cotidiano es un recordar, es un saber que tiene como caracterstica la duracin de su adquisicin y la coleccin interminable de conocimientos particulares. Es la memoria que se manifiesta oportunamente “es el relmpago de esa memoria que brilla en la ocasin”, que nos permite hacer y decir en el momento apropiado. Es lo que Vernart llam “Kairos”, esa forma del tiempo que es la ocasin, la ocasin como nudo que permite transgresiones de lugar, que como en las narraciones, an es inteligible. En el saber y hacer cotidiano se hace efectiva la dimensin retrica y potica del hombre. Como dice Rubert De Vents: “No estoy seguro de que sea legtimo hablar del carcter retrico del entorno, y no porque el calificativo sea excesivo sino por insuficiente. La retrica es el efecto persuasivo que se aade a un tema y potica es la creacin efectiva del tema nuevo. La retrica da cierta imagen de lo real, la potica es la produccin de la realidad imaginaria”. Ambas se confunden en los hechos cotidianos, pero para nuestros intereses queremos puntualizar la dimensin retrica de lo cotidiano en el concepto de tcticas acuado por M. De Certeau. Las tcticas, como opuestas a lo estratgico, calculado, planeado, son ms bien los procedimientos que le permiten al hombre “jugar con los acontecimientos para hacer las ocasiones”, esto es, combinar los elementos heterogneos en los momentos oportunos. Visto as, lo cotidiano nos permite estar preparados para las sorpresas. A veces nos sorprendemos de haber sido “capaces de” en un momento de emergencia. Leer, circular, cocinar, las “maneras de hacer” son de tipo tctico como los triunfos del dbil contra el ms fuerte, las buenas jugadas, la astucia de los cazadores, las maniobras y simulaciones de los enamorados. en otras palabras es el “arte de hacer” para lo cual la retrica -el arte de decir- ofrece sus modelos. En esas mismas tcticas, en el hacer cotidiano aparece la dimensin potica: son los actos cotidianos que se dicen en el hacer de manera potica, repletos de imaginacin y creatividad. As un detalle significa ms que un detalle, todos sabemos cunto ms puede significar un beso, o una sonrisa, maquillarnos, decorar nuestros espacios, embriagarnos, bailar. todo es mucho ms que el “hecho de”. En la accin cotidiana hay ms de lo que es en s, hay un residuo simblico que nos afirma y confirma como humanos. Si bien lo cotidiano se lo califica como lo que se repite, pensamos que esa repeticin no debe verse linealmente sino como repeticin creadora de sentido -recreadora- donde se semantiza la vida. La repeticin cclica da sentido al tiempo porque la accin ser nueva, en un tiempo nuevo, que adquiere sentido en forma nueva. Si no cmo explicamos que los rituales navideos, o las celebraciones de cumpleaos o la entrada al colegio sea siempre igual, pero siempre diferente? Lo cotidiano tambin se da en el decir, en ese decir que hace (performativo). La conversacin es espacio permanente de invencin. Es en la narracin cotidiana donde el hombre va diciendo su vida. Y sabemos contar, sabemos narrar, modulando su voz para resaltar, demostrar, aminorar. lo que queremos decir: retrica y potica unidas en el hacer y el decir cotidiano. Al ver lo cotidiano como mediacin, como pre-figuracin y como espacio de invencin bien podemos arriesgar una apuesta: En la vida cotidiana la realidad se sale de s misma. El hecho cotidiano es solo un fragmento de la realidad inmediata. Es por tanto menos que la vida, solo una parte de ella, pero es ms que la vida porque es en los hechos cotidianos donde se hace y se fija la historia. El hecho cotidiano siempre es singular pero al volverse parte de la vida cotidiana se generaliza, se universaliza, se vuelve representativa de un tipo humano. Si bien lo cotidiano siempre est amarrado, a la tradicin, al pasado, a lo ya dado, en su accin se posibilita la innovacin, la creacin, la proyeccin del hombre en su hacerse y decirse. Podemos arriesgarnos a afirmar que el hombre realiza su existencia en su cotidianeidad como espacio del decir y el hacer simblico. La comunicacin enriquecida desde lo cotidiano Ms que hablar del impacto de la comunicacin sobre lo cotidiano, o de las formas cmo se intenta rescatar lo cotidiano en la prctica profesional de la comunicacin quisiera resaltar algunas formas, cmo lo cotidiano incide sobre las condiciones de inteligibilidad de la comunicacin como ciencia. El conocimiento de lo cotidiano ofrece modelos a la comunicacin. No modelos de comunicacin, sino modelos para explicar y comprender la comunicacin. Lo cotidiano nos presenta de suyo modelos para la cultura, -es en lo cotidiano donde se expresa el estado de humanizacin o deshumanizacin del gnero humano- y categoras para conocernos mejor como seres humanos. El reconocer lo cotidiano como simblico, como mediador, como espacio de realizacin de la existencia humana nos hace repensar la “teora de la recepcin”, la produccin a travs de los medios, al tener en cuenta que la vida es ms rica an que la reproducida por los medios. En esas formas de representacin racionalizada se pierde lo contradictorio, lo espontneo; siempre ser una representacin y no la vida vivida: es una nueva configuracin de donde inclusive se convierten en cotidianos, sucesos y acciones no cotidianas. El estudio de la vida cotidiana hace remirar las formas de comunicacin cotidianas que se dan en los hechos cotidianos, en la conversacin diaria, en “contar lo que hice hoy”. Podramos preguntarnos hasta dnde lo cotidiano en sus manifestaciones no es ya comunicacin, hasta dnde el hacer cotidiano no se da desde una “intencin comunicativa”, analizar y comprender estos aspectos nos permitiran aclarar la relacin comunicacin-cultura, tantas veces asumida a la ligera. El sentido de lo cotidiano, si lo tomamos como “modelo para” nos hace estallar nuestras concepciones tradicionales de comunicacin. Lo cotidiano visto como lo complejo, lo denso, lo resonante, como contradictorio y fangoso, cuyos procedimientos son comparables a lo ciberntico, como bien lo apunta M. Serres en su obra Hermes dedicada a la comunicacin, nos haran empezar a ver la comunicacin sin punto fijo; a pensar en una teora de la comunicacin sin sustancia, sin fijeza, ni referencia. No sera el laberinto, la figura de una comunicacin libre?. Es necesario perderse para empezar a trazar un mapa. Creo que hoy se nos exige reconocer en la vida cotidiana “la anarqua del claro- oscuro” como deca Luckcs, como ese espacio donde hombres y mujeres explican y realizan “su deseo de ser y su esfuerzo por existir”. Referencias Geertz trabaja con nuestra propia cultura donde nuestras acciones cotidianas no son concientes, ni al investigador le apareceran como tema de estudio, a diferencia de culturas ajenas donde lo cotidiano no aparece como distinto, absurdo, extrao. Su mtodo permite el anlisis minucioso de un hecho cotidiano. Por ejemplo las sutiles distinciones entre parpadear, picar el ojo, ensayar a picar el ojo, como ejemplo, o representndolo como autor, como payaso, etc. relaciones Revista al tema del hombre

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: Una semntica de lo cotidiano

¿Cómo identificar la semántica?

¿Qué es la semántica? – La semántica es la rama lingüística que se ocupa de estudiar el significado. Es, por lo tanto, la disciplina que analiza el sentido de las palabras de manera aislada, pero también en un determinado contexto o en relación con otras.

¿Cómo se hace una semántica?

Cómo hacer un mapa semántico – Sigue los siguientes pasos para hacer un mapa semántico.

Lee la información que quieres presentar en tu mapa semántico: La información puede ser un libro de texto, o un artículo en una página de internet, o cualquier otra fuente de información. Identifica el tema principal: El tema principal puede ser el título del artículo, o un par de palabras que resuman de lo que habla el artículo. Localiza las palabras y puntos clave: Estas son las palabras que irán dentro de los recuadros o círculos auxiliares. No olvides subrayarlas o anotarlas para que no se te olviden. Escoge el tipo de mapa semántico que usarás: Repasa la información de arriba (“Tipos de mapas semánticos”) para encontrar el tipo de mapa semántico adecuado. También será importante decidir el método que usarás para crear tu mapa. Lucidspark es la herramienta ideal para crear tu mapa semántico online y darle el diseño que quieras. Organiza las ideas subrayadas en tu mapa semántico: La idea principal deberá de ir hasta arriba (o en el centro) de tu mapa, mientras que los conceptos auxiliares o secundarios deben posicionarse más retirados del tema y subtema correspondiente. Repasa la información: Asegúrate de que tu mapa semántico siga un orden jerárquico de ideas, es decir, de la idea más general a la más específica.

El lienzo infinito de Lucidspark es el entorno ideal para plasmar libremente tu lluvia de ideas y para crear mapas semánticos, Con sus funciones intuitivas como el dibujo a mano, las notas adhesivas y una variedad de opciones de formato, puedes dar forma a tus ideas de manera rápida y sencilla con mapas semánticos personalizados.

¿Qué es la semántica según la RAE?

F. Estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus combinaciones, desde un punto de vista sincrónico o diacrónico.

¿Qué es la semántica social?

EL ANÁLISIS SOCIOSEMÁNTICO EN LA PSICOLOGÍA SOCIAL: UNA PROPUESTA TEÓRICA Y UNA TÉCNICA PARA SU APLICACIÓN – Capitolina Díaz Martínez Universidad de Oviedo Presentamos la técnica del ‘Análisis Sociosemántico’ cuyo objetivo es revelar la estructura de comunicación de un grupo social dado y el contenido semántico de esa estructura de manera intrínsecamente interconectada.

La ‘socio-semántica’ entreteje en un marco conceptual unitario las dos dimensiones fundamentales de la comunicación humana: la gente que comunica (el aspecto quién de la comunicación) y el contenido comunicado (el aspecto qué de la comunicación). Los individuos se encuentran (socio-) semánticamente conectados (son unidades potencialmente interactuantes) a través de los conceptos que poseen en común; y los conceptos se hallan socio (-semánticamente) conectados a través de los individuos que los comparten.

La proximidad entre individuos o entre conceptos (conectividad semántica o social) puede ser procesada mediante un escalamiento multidimensional no métrico cuyo resultado revelará las estructuras semánticas y sociales del grupo estudiado. Se ofrece, en este artículo, el resumen de una aplicación del análisis sociosemático al estudio de los sistemas de autopercepción de cien adolescentes.

Sociosemantic analysis in social psicology: a conceptual proposal and a technique for its implementation. The aim of ‘Sociosemantic Analysis’ is to reveal, in an intrinsically interconnected way, the communication structure of a given social group and the semantic content of that structure. As its name suggests, ‘Socio-semantics’ interweaves in a single conceptual frame the two fundamental dimensions of human communication: people (the who aspect of communication) and content (the what aspect of communication).

From a socio-semantic point of view individuals communicate semantically through concepts, and concepts ‘communicate’ socially through individuals. Individuals are (socio-) semantically connected (they are potentially interacting units) through the concepts that they possess in common; and concepts are socio (-semantically) connected through the individuals who share them. La experiencia cotidiana muestra que la comunicación social entre individuos y entre grupos se produce sobre la base de una doble constricción, cuyos dos factores se determinan mutuamente: la constricción que impone el contenido de la comunicación y la representada por los individuos concretos que tratan de comunicarse.

  • Determinados individuos pueden comunicar a través de ciertos contenidos semánticos, pero no a través de otros.
  • Una bióloga molecular, por ejemplo, difícilmente puede comunicar sus problemas profesionales a un agente de cambio y bolsa, aunque tal vez una y otro sean aficionados al golf, y así los dos puedan ser capaces de comunicar a través de ese contenido semántico particular.

A la inversa, determinados contenidos semánticos pueden ‘comunicar’ (pueden entrar en relación) a través de ciertos individuos, pero no a través de otros. Por ejemplo, la bióloga en cuestión podría disponer, como resultado de sus investigaciones, de cierta información que sólo estaría en condiciones de revelar su auténtico alcance al ser puesta en relación con otra información en posesión de algún otro biólogo concreto.

  1. En este caso, la posibilidad de que esas dos informaciones ‘comuniquen’ (se relacionen de manera significativa) depende de que se produzca alguna interacción (directa o indirecta) entre los dos biólogos.
  2. Las relaciones sociales también se crean y modifican como consecuencia de la necesidad de llevar a la práctica determinados significados.
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(Considérese el caso de Colón: su nuevo significado ‘llegar a la Indias navegando hacia el oeste’ sólo pudo llevarlo tentativamente a la práctica cuando pudo tejer toda una compleja red de relaciones sociales capaz de poner en ejecución su proyecto).

De hecho, los significados sociales sólo existen incardinados en las redes de relaciones sociales a través de las que se vinculan los individuos que usan esos significados; y esas redes sólo pueden existir apuntaladas por un trasfondo de significados compartidos. Esta es la intuición básica que subyace a la noción de ‘Análisis Sociosemántico’.

La perspectiva sociosemántica El Análisis Sociosemántico quiere ser una teoría acerca de la incardinación social (relacional, interactiva) del significado o, de manera equivalente, una teoría acerca de los contenidos semánticos en tanto que elementos que sostienen y posibilitan las relaciones sociales (de interacción).

El propósito del Análisis Sociosemántico no es otro que el de revelar, de manera intrínsecamente interconectada, tanto la estructura comunicacional de un grupo social determinado como el contenido semántico de esa estructura. Como su nombre indica, la ‘socio-semántica’ entreteje en un marco conceptual unitario esas dos dimensiones fundamentales de la comunicación humana a las que ya se ha hecho referencia: los individuos (el ‘aspecto quién’ de la comunicación) y el contenido semántico (el ‘aspecto qué’ de la comunicación).

El Análisis Sociosemántico pretende detectar las conectividades semánticas, y por consiguiente las similaridades o disimilaridades semánticas, que se dan entre los individuos de un grupo social determinado. Esas conectividades semánticas constituyen en realidad el esquema básico de la estructura comunicacional del grupo en cuestión, y por ello suministran el patrón fundamental de las interacciones potenciales en el seno del grupo.

  • Pero ese patrón no es otra cosa que la estructura social del grupo en cuestión (al menos en la medida en que consideremos esa estructura como una realidad dinámica, que se produce y reproduce en el curso mismo de la interacción), considerada en su dimensión comunicacional.
  • Las conectividades semánticas que el Análisis Sociosemántico detecta y describe codifican por lo tanto la estructura de relaciones sociales (potenciales) en el seno del grupo.

De este modo, y por medio justamente de la determinación de las conectividades semánticas del grupo, el Análisis Sociosemántico establece también las conectividades sociales del mismo. La comunicación humana es un fenómeno complejo, que exhibe múltiples facetas.

El planteamiento sociosemántico, en particular, contempla ese fenómeno no desde el punto de vista del intercambio de mensajes que se lleva a cabo realmente, sino desde la perspectiva que consiste en considerar meramente la presencia de vínculos potenciales, a la vez sociales y semánticos, entre agentes capaces en principio de intercambiar mensajes a través de esos vínculos.

En otras palabras, el Análisis Sociosemántico concibe la comunicación no desde el punto de vista de la actuación (social), sino desde la perspectiva de la competencia (social). Y ello porque los rasgos estructurales que definen a un grupo como un sistema de comunicación sólo pueden establecerse por medio de un análisis que opere en el plano de la competencia.

  1. La sustancia de los vínculos que dotan a los individuos de la competencia para comunicar consiste en contenidos semánticos compartidos por esos individuos, contenidos a los que se denominará ‘conceptos’.
  2. En este contexto, se entiende por ‘concepto’ cualquier noción capaz de ser expresada en un mensaje, y que de ese modo puede mediar una interacción social concreta.

Desde un punto de vista sociosemántico, los individuos comunican por medio de conceptos (compartidos), y los conceptos ‘comunican’ por medio de individuos (que los comparten): los individuos comunican semánticamente a través de conceptos, y los conceptos comunican socialmente a través de individuos.

O si se quiere, los individuos se encuentran (socio-) semánticamente conectados (son unidades potencialmente interactuantes) a través de los conceptos que poseen en común; y los conceptos se hallan socio (-semánticamente) conectados a través de los individuos que los comparten. La idea del Análisis Sociosemántico se basa en algunos conceptos básicos del Q-análisis (Atkin 1974 y 1981), e intenta proporcionar a esos conceptos una interpretación adecuada para el estudio de la comunicación y de la interacción humana.

El Análisis Sociosemántico comienza por establecer tanto las conectividades semánticas (a través de conceptos compartidos) entre los individuos de un grupo, como las conectividades sociales entre esos conceptos (a través de los individuos que los usan).

La perspectiva sociosemántica no está interesada en la simple catalogación y descripción de los conceptos concretos que se pueden detectar en un grupo social dado, ni tiene como meta establecer la frecuencia relativa de cada uno de esos conceptos en el grupo. Pues ni la elaboración de una lista de tales conceptos ni la determinación de sus frecuencias relativas nos proporcionaría indicación alguna acerca de quiénes son, en concreto, los usuarios potenciales de esos conceptos.

El propósito del Análisis Sociosemántico no es otro que el de representar las conectividades semánticas/sociales existentes entre los individuos de un grupo (o entre subgrupos de ese grupo) tal y como resultan ejemplificadas por los conceptos que usan,

  • La cuestión no está en el conjunto de conceptos concretos involucrados, sino en el patrón global de las conexiones semánticas/sociales entre individuos, patrón que la distribución de tales conceptos revela.
  • Wittgenstein afirmó que el significado reside en el uso.
  • Para la sociosemántica, el sociosignificado de un concepto consiste en las relaciones de comunicación que los usuarios de ese concepto pueden establecer a través del mismo.

Desde un punto de vista social, un concepto existe como una red de interacciones potenciales, a través del uso de ese concepto, entre los individuos que lo poseen, y que por consiguiente son sus usuarios potenciales. En lógica suele distinguirse entre la extensión de un concepto y su intensión,

La extensión de un concepto es la colección de objetos a los que tal concepto puede aplicarse. La intensión de un concepto es el conjunto de características o propiedades que lo definen. De manera análoga, los significados sociales pueden también contemplarse desde dos perspectivas diferentes y sin embargo complementarias: la extensional y la intensional (Marradi, 1991).

La socio-extensión de un concepto – en este punto parece necesario acuñar algunos neologismos – será definida como la colección de individuos que poseen (y así son usuarios potenciales de) ese concepto. Por su parte, la socio-intensión de un concepto se definirá como la colección de conceptos que están asimismo en posesión de los individuos que disponen de ese concepto, es decir, es el conjunto de conceptos que están presentes de manera concurrente en los usuarios (potenciales) de ese concepto.

  1. La socioextensión de un concepto alude a la configuración de la red de interacciones sociales que pueden realizarse a través de ese concepto.
  2. La sociointensión de un concepto hace referencia al contenido (semántico) potencial de (las interacciones posibilitadas por) ese concepto.
  3. Ese contenido potencial viene dado precisamente por la modulación que cualquier interacción concreta iniciada a partir del concepto en cuestión sufre por parte de los demás conceptos presentes de manera concurrente en los individuos interactuantes.

Un ejemplo puede clarificar la idea: supóngase que una interacción entre dos individuos comienza a través de un concepto compartido, como puede ser ‘divertirse’. El desarrollo de esa interacción requerirá y dependerá de la existencia de otros conceptos compartidos – como, digamos, ‘ir a la ópera’, ‘ir a una discoteca’, etc.-, conceptos que serán los encargados de definir y realizar, en el curso de la interacción misma, la sociointensión del concepto inicial (‘divertirse’).

De manera similar, la extensión semántica de un individuo puede definirse como el conjunto de conceptos que posee. Y la intensión semántica de un individuo vendría definida por la colección de individuos que poseen al menos algún concepto en común con ese individuo. La ‘extensión semántica’ de un individuo define su dominio objetivo de comunicación (aquello acerca de lo que puede comunicar), mientras que su ‘intensión semántica’ definiría su dominio subjetivo de comunicación (con quién puede comunicar).

Obsérvese que según este planteamiento la sociointensión de un concepto se genera a través de su socioextensión, y asimismo la intensión semántica de un individuo se genera por medio de su extensión semántica. El Análisis Sociosemántico interpreta las conectividades entre individuos (a través de conceptos compartidos) como una medida de su proximidad semántica, y las conectividades entre conceptos (a través de individuos que los comparten) como una medida de su proximidad social,

  • La ‘personalidad’ sociosemántica de un individuo dentro de un grupo (su ‘significado social’ como tal individuo) resulta así codificada como el conjunto de sus distancias con respecto a los otros individuos del grupo.
  • De forma similar, el significado sociosemántico de un concepto (perteneciente al repertorio de conceptos presentes en un grupo de individuos) resulta codificado como el conjunto de las distancias sociales entre ese concepto y los demás conceptos del repertorio.

Los datos del analisis sociosemántico El Análisis Sociosemántico sólo puede operar a partir de un corpus de datos adecuado. Como los dos elementos fundamentales de este tipo de análisis son conceptos e individuos, ese corpus debe contener ambas cosas: conceptos en posesión de individuos y una adscripción efectiva de tales conceptos a individuos concretos.

Sólo hay un modo directo de conocer qué conceptos se hallan en posesión de un individuo: considerar las expresiones que ese individuo realmente usa. Como principio metodológico se asumirá sin mayores complicaciones que las expresiones usadas por un individuo encarnan conceptos efectivamente usados (y por lo tanto poseídos) por el mismo, y que esos conceptos pueden ser eficazmente representados por medio de esas expresiones (quizá un tanto modificadas).

Así pues, los datos primarios de los que parte el Análisis Sociosemántico son conjuntos de expresiones atribuibles a distintos individuos, en la medida en que esas expresiones nos suministran la única pista disponible acerca de los conceptos en posesión de cada uno de tales individuos.

Las expresiones en cuestión serán interpretadas como nombres de los conceptos usados por esos individuos. Es posible convertir cualquier expresión con sentido en un nombre del correspondiente concepto, simplemente substantivizándola. Así por ejemplo la expresión ‘no estoy de acuerdo con la política económica del gobierno’ se transformaría en el concepto ‘no estar de acuerdo con la política económica del gobierno’.

Este concepto, desde luego, incluye como componentes algunos otros conceptos más básicos: ‘no estar de acuerdo con el gobierno’, ‘no estar de acuerdo’, ‘gobierno’, ‘política económica’, etc. El investigador debe decidir cómo «leer» conceptualmente las expresiones que está manejando; es decir, debe determinar a qué nivel de concreción va a analizar esas expresiones.

Puede decidir también considerar como equivalentes expresiones que admitan, de acuerdo con algún criterio, la misma interpretación conceptual. Sin embargo, tanto el nivel de concreción conceptual adoptado como cualquier posible criterio de equivalencia que establezca debe mantenerse invariable a lo largo del análisis.

El conjunto de expresiones sobre las que opera el Análisis Sociosemántico se puede obtener por distintos medios: encuestas, entrevistas, redacciones. Las expresiones generadas por los individuos pueden estar preformuladas, como es el caso en las encuestas, o bien pueden estar constreñidas por un marco de referencia débil (Bernstein, 1971), como puede ser el caso en las redacciones.

Sin embargo, con vistas a obtener un conjunto de datos adecuado para el ulterior análisis sociosemántico, deben cumplirse algunos requisitos. Primero, el marco expresivo debe ser homogéneo para todos los individuos involucrados: si el investigador mezcla expresiones que han sido producidas por los individuos del grupo de referencia en marcos no homogéneos, esto conllevaría una grave distorsión de las similitudes y diferencias realmente existentes entre esos individuos.

Segundo, el grado de autoexpresión que el marco elegido permite a cada individuo debe ser similar (si algunos individuos no pueden expresarse propiamente en un marco determinado, el conjunto de datos no los representará convenientemente). En tercer lugar, el marco expresivo debe tener capacidad de contraste con respecto al grupo de individuos que componen la muestra.

  • Es decir, los conceptos concretos usados por los individuos en ese marco no deben ser ni completamente diferentes (lo cual conllevaría una total falta de conexiones entre ellos), ni totalmente idénticos (pues ello implicaría que todos se hallan máximamente conectados).
  • En cualquiera de esos dos casos el potencial discriminativo del subsiguiente análisis sociosemántico se desvanecería.

El uso de cualquier procedimiento concreto para generar los datos de partida del análisis planteará ciertamente problemas metodológicos específicos. Sin embargo, por caer fuera de los límites de este trabajo esos problemas no serán discutidos aquí en profundidad.

  • Sólo cuando se discuta el ejemplo de análisis sociosemántico que se expone más abajo consideraremos, en ese marco específico, algunos de esos problemas.
  • El proceso de analisis: de las conectividades a las distancias El análisis conceptual de las expresiones generadas por los individuos de la muestra deberá producir una lista de conceptos.

La correspondencia entre esta lista y el conjunto de los individuos se representa por medio de una matriz que codifica los conceptos usados por cada individuo y los individuos que usan cada concepto. Esta matriz suministra los datos necesarios para establecer las conexiones existentes entre los individuos (a través de los conceptos que comparten) y las que existen entre los conceptos (a través de los individuos que los comparten).

  • La conectividad (Atkin, 1974 y 1981), esto es, el número de conexiones existente entre cada pareja de individuos (a través de conceptos comunes) puede entonces expresarse mediante una matriz triangular.
  • De manera análoga, la conectividad (el número de conexiones) existente entre cada par de conceptos (a través de los individuos que los comparten) puede asimismo expresarse por medio de otra matriz triangular.

Los valores de ambas matrices se convierten a continuación en valores de similaridad mediante la aplicación de algún coeficiente de similaridad (en el ejemplo que se presenta a continuación se utilizó el coeficiente de similaridad JACCARD que forma parte del paquete de software estadístico SPSS).

Como resultado se obtienen dos matrices de similaridad, una correspondiente a individuos y la otra correspondiente a conceptos. La matriz de similaridad entre conceptos define un valor de similaridad social para cada par de conceptos, y la matriz de similaridad entre individuos define un valor de similaridad semántica para cada par de individuos.

Dos conceptos que tengan una fuerte similaridad social serán compartidos por muchos de los individuos que usan cualquiera de ellos. Mientras que dos conceptos que tengan una débil similaridad social serán más bien socialmente incompatibles: los individuos que usan alguno de ellos tenderán a no usar el otro.

  • Por lo que respecta a la matriz de individuos, dos individuos que tengan una fuerte similaridad semántica compartirán una alta proporción de los conceptos que usa cualquiera de ellos.
  • En tanto que dos individuos que tengan una débil similaridad semántica serán más bien semánticamente incompatibles: los conceptos usados por alguno de ellos tenderán a no ser usados por el otro.

Los conceptos fuertemente socioconectados (y por lo tanto fuertemente sociosimilares) indicarían su pertenencia a un campo sociosemántico particular, que sostendría un tráfico comunicacional socioespecífico. Por consiguiente, esos conceptos permitirían un tipo concreto de interacción social (una clase particular de juego de roles entre actores), y constituirían la base semántica de un medio social característico en el que se relacionaría una clase específica de individuos.

Individuos con una conexión semántica fuerte (y por tanto con una fuerte similaridad semántica) compartirían una identidad social análoga, y en consecuencia serían propensos a interactuar fuertemente. Ahora bien, el número de valores de las dos matrices indicadas es considerablemente grande incluso cuando relacionan un número bastante pequeño de conceptos e individuos (pues el número de valores crece exponencialmente respecto al número de éstos).

Por esta razón el patrón global de las relaciones de similaridad que esas matrices definen resulta muy difícil de visualizar. Debido a ello parece necesario encontrar algún método capaz de describir de manera condensada esas complejas relaciones de similaridad, con el fin de hacer visible su patrón global.

  • El escalamiento multidimensional (EMD) no métrico puede ser ese método.
  • Con vistas al propósito aludido, los valores de cada una de las dos matrices de similaridad se utilizan como ‘valores de proximidad’ en sendos procesos de EMD.
  • Estos procesos producen como resultado la localización, respectivamente, de los conceptos y de los individuos en dos gráficos (sistemas de coordenadas).

Así, la matriz de similaridades entre conceptos se transforma en un gráfico sociosemántico de conceptos, en el que los conceptos están representados como puntos y todas las relaciones de (socio-) similaridad entre conceptos se representan como distancias entre esos puntos.

De forma análoga, la matriz de similaridades entre individuos se transforma en un gráfico sociosemántico de individuos, en el que los individuos están asimismo representados como puntos y todas las relaciones de similaridad (semántica) entre individuos se representan también como distancias entre esos puntos.

Esta variación en el modo e representación (de las matrices a los gráficos) ayuda grandemente a visualizar los patrones de similaridad implícitos en las dos matrices. La proximidad entre conceptos/individuos en el gráfico respectivo indica de manera directa e inmediata que esos conceptos/individuos tienen una fuerte similaridad social/semántica.

De este modo se obtienen dos imágenes complementarias de la estructura comunicacional (tal como ésta es concebida por la perspectiva sociosemántica que se viene asumiendo) del grupo analizado. Esta doble representación puede filtrarse por medio de información adicional de origen externo, información que puede ayudar a clarificar el significado de los gráficos.

Por ejemplo, el gráfico de individuos puede filtrarse a través de información acerca de la edad o el género de cada individuo, y como resultado de este filtraje su configuración inicial de puntos puede adquirir nuevos rasgos gestálticos. Cuando se filtran según algún criterio, los gráficos sociosemánticos se convierten en mapas sociosemánticos,

Un ‘mapa sociosemántico’ de conceptos exhibirá (algún aspecto de) la distribución social del significado (de los significados) en el seno del grupo de referencia, mientras que un mapa sociosemántico de individuos revela (algún aspecto de) la distribución semantica de los individuos dentro de ese grupo.

Una vez que han sido obtenidos, los mapas de uno y otro tipo deben interpretarse de manera conjugada, bien sea con vistas a hallar hipótesis capaces de explicar sus rasgos característicos, bien para corroborar hipótesis previamente formuladas. Las ideas esbozadas en estas páginas serán ejemplificadas a continuación por medio de una sumaria exposición de una investigación empírica realizada por la autora.

  • Un ejemplo de analisis sociosemántico El objetivo de la investigación era detectar diferentes modelos de autopercepción (Díaz, 1996) presentes entre estudiantes del último curso de EGB.
  • Se pidió a un centenar de estudiantes, pertenecientes a cuatro colegios situados en diferentes áreas socioeconómicas de Madrid que escribieran una redacción con el título ¿Cómo te ves y cómo ves tu vida de joven, de adulto/a y de anciano/a? Un análisis conceptual del contenido (Navarro y Díaz 1995) de las redacciones determinó los conceptos usados por cada estudiante.

A continuación se elaboraron tanto listas individuales de esos conceptos como una lista general de los mismos. La cantidad de conceptos obtenidos inicialmente fue bastante considerable – más de un millar -, pero se consiguió reducirla a un número más pequeño de conceptos genéricos a los que se dio el nombre de ‘categorías’ (44 en total).

Se obtuvo entonces una matriz en la que se ralacionó la lista de 44 categorías con los cien individuos de la muestra, y partiendo de esa matriz se computaron las dos matrices de similaridades (de conceptos y de individuos) de las que se ha hablado en la sección anterior. Los valores de esas dos matrices se utilizaron como ‘valores de proximidad’ en sendos procesos de EMD no métrico.

El resultado de cada escalamiento es una configuración gráfica bidimensional en la que cada objeto (categorías en un caso, individuos en el otro), localizado mediante dos coordenadas, se representa como un punto. De este modo las similaridades entre objetos pueden ser directamente visualizadas como distancias entre los puntos que los representan en el gráfico.

Las distancias entre los puntos del primer gráfico se conciben como ‘distancias sociales’ entre categorías, y las distancias entre los puntos del segundo gráfico se interpretan como ‘distancias semánticas’ entre individuos. Estos dos gráficos se denominarán, respectivamente, ‘gráfico de categorías’ y ‘gráfico de individuos’.

La figura 1 muestra el gráfico de categorías. En él aparecen dos regiones principales (ver figura 2 ): un área de mayor densidad, a la que se dará el nombre de ‘núcleo’, y un área de densidad menor alrededor del núcleo y de mayor extensión. Se dará el nombre de ‘halo’ a esta segunda área.

  • Las sociodistancias entre conceptos situados en el núcleo son bastante pequeñas, mientras que las sociodistancias entre los conceptos emplazados en el halo son en general mayores.
  • La distancia media entre los conceptos del núcleo y los del halo es también menor que la distancia media entre los mismos conceptos del halo.

Algunos conceptos muy cercanos del núcleo son: dinero, propiedades, ambición y autoconfianza (recordemos que son los conceptos empleados por los y las adolescentes para referirse a su futuro). Su similaridad semántica es intuitivamente clara, y sin embargo su cercanía en el gráfico no es el resultado de consideración semántica alguna, sino que es exclusivamente efecto de sus conexiones sociales (a través de los individuos que usan esos conceptos).

Por otra parte, los conceptos del halo son mucho más variados por lo que respecta a su contenido semántico: algunos de ellos – precisamente aquellos que se hallan más distantes, localizados en ambos extremos del halo – parecen incluso contradictorios, en el sentido de ser semánticamente incompatibles – por ejemplo, (ser) independiente y (ser) ama de casa,

La figura 3 muestra una interpretación del gráfico de categorías en términos de distintos modelos de autopercepción. Los conceptos del gráfico que pertenecen a cada una de las áreas distinguidas poseen una suerte de coherencia mutua; de manera concurrente ejemplifican concepciones generales de la vida, las cuales tienden a ser asumidas por subgrupos específicos de individuos.

Cabe detectar dos patrones o modelos de autopercepción principales: el ‘modelo orientado a la profesión’ y el ‘modelo orientado a la familia’. Con vistas a definir mejor esos modelos es conveniente disponer de información adicional acerca de los individuos involucrados. Esta información la suministran el gráfico de individuos, las listas individuales de conceptos, las mismas redacciones, y ciertos datos de origen exógeno (acerca del género, el entorno familiar y socioeconómico, etc.).

Por consiguiente, los modelos no se determinan simplemente porque parecen constituir conjuntos semánticamente coherentes, sino también porque definen subgrupos específicos de individuos. Gracias al examen de la información adicional indicada puede detectarse un tercer modelo, al que se dará el nombre de ‘dual’, entre los otros dos.

Las fronteras entre los dos modelos principales no son tajantes, sino que éstos se solapan en cierta medida. De ahí que el ‘modelo dual’ aparezca como totalmente recubierto por los otros dos. El modelo profesional parece incluir dos submodelos: el ‘yuppie’ y el ‘progresista’. La figura 5 representa, sobre la base del gráfico de individuos, un mapa de los individuos que pertenecen a los modelos postulados.

Los individuos fueron clasificados en uno u otro modelo mediante el examen, con un criterio común, de sus listas individuales de conceptos y sus redacciones. De nuevo se evidencia que las áreas correspondientes a cada modelo se solapan parcialmente. Sin embargo, la distribución general de los individuos muestra tres regiones en las que la predominancia de cada uno de los tres modelos resalta claramente.

  • La figura 6 muestra el gráfico de individuos filtrado a través del criterio de género,
  • El mapa sociosemántico resultante exhibe tres áreas en las que el predominio de las chicas es claro.
  • Tales áreas corresponden a los tres modelos de autopercepción postulados: el ‘orientado a la familia’ a la derecha, el ‘dual’ en el centro, y el ‘progresivo’ (un submodelo del modelo ‘orientado a la profesión’) a la izquierda.

De hecho la separación entre esos tres modelos es más marcada y fuerte en el caso de las chicas que en el de los chicos. Un análisis cuidadoso de estos y otros mapas sociosemánticos, obtenidos a partir de los dos gráficos (el de categorías y el de individuos) requeriría una discusión pormenorizada que estaría fuera de lugar en un trabajo de las dimensiones de éste.

  1. Las indicaciones previas han pretendido simplemente suministrar un esbozo del modo cómo ese análisis puede desarrollarse.
  2. Conclusiones La noción de ‘Análisis Sociosemántico’ se ha presentado como un instrumento diseñado para revelar aspectos fundamentales de la estructura de comunicación (a la vez social y semántica) de los grupos humanos en general.

Esta estructura se concibe como una constricción fundamental que actúa sobre el proceso de la interacción social. Las ideas de conectividad social (entre conceptos) y de conectividad semánica (entre individuos) se encuentran en el punto de partida de una representación matemática de esa estructura de comunicación.

Esta representación se obtiene por medio del uso de matrices de similaridades y del EMD no métrico, y consiste en gráficos y mapas sociosemánticos que, una vez interpretados, son capaces de revelar la estructura básica de los vínculos sociales y semánticos que constituyen el trasfondo comunicacional del grupo que se estudia.

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Oxford: Basil Blackwel. Aceptado el 26 de octubre de 1999

¿Qué es un elemento semántico?

Original article: Semantic HTML5 Elements Explained Los elementos semánticos HTML son aquellos que describen claramente su significado de una manera legible por humanos y máquinas. Elementos tales como, y son considerados semánticos porque describen con precisión el propósito del elemento y el tipo de contenido que hay dentro de ellos.

¿Qué es una familia semántica?

Familias semánticas – Una familia semántica es un conjunto de palabras que comparten un sema común. En la lengua surgen relaciones de asociación, similitud, comparación o de diversa índole entre los significados: imágenes mentales de las cosas que componen la realidad, Muchas veces, esta relación tiene además un componente afín entre diversos significados que permite organizarlos como un árbol: una familia semántica.

Árbol. Arbusto, hojas, raíces, flores, frutos, madera, ramas Libro. Hojas, tapa, biblioteca, librería, lectura, literatura Deporte, Atletismo, tenis, béisbol, fútbol, básquetbol Pan. Panadería, sándwich, trigo, horno

¿Qué quiere decir cuestion semántica?

Vaya, que efectivamente es cuestión de semántica, es decir, del significado que consideramos que una palabra, potencialmente polisémica, tiene.

¿Qué es la semántica explicacion para niños?

CAMPO SEMÁNTICO ® Qué es + ejemplos y ejercicios para niños Todas las personas en el mundo pueden pertenecer a un grupo en particular, Lo mismo pasa con las palabras, las cuales están conectadas a otras sin que nosotros (o ellas) lo sepan. ¿Recuerdas las familias de palabras? Para recordar un poco, eran todos los tipos de palabras que podían generar, de una misma, diferentes tipos.

  1. Pero el campo semántico es diferente, aunque muy, muy fácil de aprender.
  2. La ‘semántica’ quiere decir el significado que tiene una palabra, ya sea lo que transmite o su origen, por lo que al hablar de un campo semántico, queremos decir un campo de cosas (en este caso palabras) que comparten un mismo punto,

Si decimos las palabras ‘uno, dos, tres, cuatro y cinco’ ¿qué son? Números, exacto. Por lo tanto, todas están dentro de un mismo campo semántico, que es el de los números. Ahora, si dijéramos ‘mueble, cama, lámpara, mesa, bombilla, sábana’, no sería difícil entender que se está hablando de cosas que se pueden encontrar en una habitación.

  1. Puedes hacer juegos y pruebas con tus amigos sobre quién logra dar con la mayor cantidad de palabras que cumplan con un mismo campo semántico.
  2. Ojo: No hay que confundir esto con la familia de palabras, porque en el campo semántico las palabras son parte de un mismo grupo en el que otras palabras pueden estar, pero no la misma en diferentes partes.

Es decir, que no es como si dijéramos “geografía, geográfico, geógrafo” (familia de palabras), sino como si habláramos, por ejemplo, de diferentes tipos de ciencias (‘geografía, geología, psicología’, etc.). Para hacerlo más sencillo, solo hay que tener en cuenta que un grupo semántico tiene siempre un mismo punto de referencia, a pesar de que las palabras contengan significados distintos.

  • Por ejemplo: ‘banana’ y ‘piña’, una es dulce y suave y la otra es más ácida y dura, y a pesar de que ambas sean de tipos distintos, están dentro del mismo campo semántico que es el de las frutas.
  • O cuando hablamos de enfermedades: una ‘tos’ no es lo mismo que una ‘gripe’, pues sus síntomas son distintos y un caso puede ser más intenso que otro, pero ambos entran en el mismo grupo de enfermedades, por lo que pueden estar en un único grupo semántico.

A su vez, una misma palabra puede estar en varios campos semánticos, Por ejemplo, un león puede estar en el campo semántico de ‘felinos’ o de ‘animales’. O también podemos tener palabras iguales pero con distintos significados, como ‘café’, que puede ser tanto una bebida o bebida caliente como un color.

¿Cuáles son los principios de la semántica?

Los principios fundamentales de la ‘semántica general’ son: el ‘principio de la no identidad’, el ‘principio de la no completitud’ y el ‘principio de la autorreflexibilidad’.

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¿Cómo se analiza la semántica de un texto?

El análisis semántico, expresado así, es el proceso de extraer el significado de un texto. El análisis gramatical y el reconocimiento de vínculos entre palabras específicas en un contexto determinado permiten a los ordenadores comprender e interpretar frases, párrafos o incluso manuscritos enteros.

¿Qué es el método semántico?

El análisis semántico, un método de procesamiento del lenguaje natural, consiste en examinar el significado de las palabras y frases para comprender el propósito de una oración o párrafo.

¿Cuáles son las características de la semántica?

Comúnmente, la semántica comprende dos componentes o formas de asignar el significado, que son: Denotación. El significado ‘estándar’ de las palabras, el que registran los diccionarios y constituye su sentido ‘oficial’, más evidente, más referencial. Connotación.

¿Qué es la semántica social?

EL ANÁLISIS SOCIOSEMÁNTICO EN LA PSICOLOGÍA SOCIAL: UNA PROPUESTA TEÓRICA Y UNA TÉCNICA PARA SU APLICACIÓN – Capitolina Díaz Martínez Universidad de Oviedo Presentamos la técnica del ‘Análisis Sociosemántico’ cuyo objetivo es revelar la estructura de comunicación de un grupo social dado y el contenido semántico de esa estructura de manera intrínsecamente interconectada.

La ‘socio-semántica’ entreteje en un marco conceptual unitario las dos dimensiones fundamentales de la comunicación humana: la gente que comunica (el aspecto quién de la comunicación) y el contenido comunicado (el aspecto qué de la comunicación). Los individuos se encuentran (socio-) semánticamente conectados (son unidades potencialmente interactuantes) a través de los conceptos que poseen en común; y los conceptos se hallan socio (-semánticamente) conectados a través de los individuos que los comparten.

La proximidad entre individuos o entre conceptos (conectividad semántica o social) puede ser procesada mediante un escalamiento multidimensional no métrico cuyo resultado revelará las estructuras semánticas y sociales del grupo estudiado. Se ofrece, en este artículo, el resumen de una aplicación del análisis sociosemático al estudio de los sistemas de autopercepción de cien adolescentes.

  • Sociosemantic analysis in social psicology: a conceptual proposal and a technique for its implementation.
  • The aim of ‘Sociosemantic Analysis’ is to reveal, in an intrinsically interconnected way, the communication structure of a given social group and the semantic content of that structure.
  • As its name suggests, ‘Socio-semantics’ interweaves in a single conceptual frame the two fundamental dimensions of human communication: people (the who aspect of communication) and content (the what aspect of communication).

From a socio-semantic point of view individuals communicate semantically through concepts, and concepts ‘communicate’ socially through individuals. Individuals are (socio-) semantically connected (they are potentially interacting units) through the concepts that they possess in common; and concepts are socio (-semantically) connected through the individuals who share them. La experiencia cotidiana muestra que la comunicación social entre individuos y entre grupos se produce sobre la base de una doble constricción, cuyos dos factores se determinan mutuamente: la constricción que impone el contenido de la comunicación y la representada por los individuos concretos que tratan de comunicarse.

Determinados individuos pueden comunicar a través de ciertos contenidos semánticos, pero no a través de otros. Una bióloga molecular, por ejemplo, difícilmente puede comunicar sus problemas profesionales a un agente de cambio y bolsa, aunque tal vez una y otro sean aficionados al golf, y así los dos puedan ser capaces de comunicar a través de ese contenido semántico particular.

A la inversa, determinados contenidos semánticos pueden ‘comunicar’ (pueden entrar en relación) a través de ciertos individuos, pero no a través de otros. Por ejemplo, la bióloga en cuestión podría disponer, como resultado de sus investigaciones, de cierta información que sólo estaría en condiciones de revelar su auténtico alcance al ser puesta en relación con otra información en posesión de algún otro biólogo concreto.

  • En este caso, la posibilidad de que esas dos informaciones ‘comuniquen’ (se relacionen de manera significativa) depende de que se produzca alguna interacción (directa o indirecta) entre los dos biólogos.
  • Las relaciones sociales también se crean y modifican como consecuencia de la necesidad de llevar a la práctica determinados significados.

(Considérese el caso de Colón: su nuevo significado ‘llegar a la Indias navegando hacia el oeste’ sólo pudo llevarlo tentativamente a la práctica cuando pudo tejer toda una compleja red de relaciones sociales capaz de poner en ejecución su proyecto).

  • De hecho, los significados sociales sólo existen incardinados en las redes de relaciones sociales a través de las que se vinculan los individuos que usan esos significados; y esas redes sólo pueden existir apuntaladas por un trasfondo de significados compartidos.
  • Esta es la intuición básica que subyace a la noción de ‘Análisis Sociosemántico’.

La perspectiva sociosemántica El Análisis Sociosemántico quiere ser una teoría acerca de la incardinación social (relacional, interactiva) del significado o, de manera equivalente, una teoría acerca de los contenidos semánticos en tanto que elementos que sostienen y posibilitan las relaciones sociales (de interacción).

  1. El propósito del Análisis Sociosemántico no es otro que el de revelar, de manera intrínsecamente interconectada, tanto la estructura comunicacional de un grupo social determinado como el contenido semántico de esa estructura.
  2. Como su nombre indica, la ‘socio-semántica’ entreteje en un marco conceptual unitario esas dos dimensiones fundamentales de la comunicación humana a las que ya se ha hecho referencia: los individuos (el ‘aspecto quién’ de la comunicación) y el contenido semántico (el ‘aspecto qué’ de la comunicación).

El Análisis Sociosemántico pretende detectar las conectividades semánticas, y por consiguiente las similaridades o disimilaridades semánticas, que se dan entre los individuos de un grupo social determinado. Esas conectividades semánticas constituyen en realidad el esquema básico de la estructura comunicacional del grupo en cuestión, y por ello suministran el patrón fundamental de las interacciones potenciales en el seno del grupo.

Pero ese patrón no es otra cosa que la estructura social del grupo en cuestión (al menos en la medida en que consideremos esa estructura como una realidad dinámica, que se produce y reproduce en el curso mismo de la interacción), considerada en su dimensión comunicacional. Las conectividades semánticas que el Análisis Sociosemántico detecta y describe codifican por lo tanto la estructura de relaciones sociales (potenciales) en el seno del grupo.

De este modo, y por medio justamente de la determinación de las conectividades semánticas del grupo, el Análisis Sociosemántico establece también las conectividades sociales del mismo. La comunicación humana es un fenómeno complejo, que exhibe múltiples facetas.

El planteamiento sociosemántico, en particular, contempla ese fenómeno no desde el punto de vista del intercambio de mensajes que se lleva a cabo realmente, sino desde la perspectiva que consiste en considerar meramente la presencia de vínculos potenciales, a la vez sociales y semánticos, entre agentes capaces en principio de intercambiar mensajes a través de esos vínculos.

En otras palabras, el Análisis Sociosemántico concibe la comunicación no desde el punto de vista de la actuación (social), sino desde la perspectiva de la competencia (social). Y ello porque los rasgos estructurales que definen a un grupo como un sistema de comunicación sólo pueden establecerse por medio de un análisis que opere en el plano de la competencia.

La sustancia de los vínculos que dotan a los individuos de la competencia para comunicar consiste en contenidos semánticos compartidos por esos individuos, contenidos a los que se denominará ‘conceptos’. En este contexto, se entiende por ‘concepto’ cualquier noción capaz de ser expresada en un mensaje, y que de ese modo puede mediar una interacción social concreta.

Desde un punto de vista sociosemántico, los individuos comunican por medio de conceptos (compartidos), y los conceptos ‘comunican’ por medio de individuos (que los comparten): los individuos comunican semánticamente a través de conceptos, y los conceptos comunican socialmente a través de individuos.

  1. O si se quiere, los individuos se encuentran (socio-) semánticamente conectados (son unidades potencialmente interactuantes) a través de los conceptos que poseen en común; y los conceptos se hallan socio (-semánticamente) conectados a través de los individuos que los comparten.
  2. La idea del Análisis Sociosemántico se basa en algunos conceptos básicos del Q-análisis (Atkin 1974 y 1981), e intenta proporcionar a esos conceptos una interpretación adecuada para el estudio de la comunicación y de la interacción humana.

El Análisis Sociosemántico comienza por establecer tanto las conectividades semánticas (a través de conceptos compartidos) entre los individuos de un grupo, como las conectividades sociales entre esos conceptos (a través de los individuos que los usan).

La perspectiva sociosemántica no está interesada en la simple catalogación y descripción de los conceptos concretos que se pueden detectar en un grupo social dado, ni tiene como meta establecer la frecuencia relativa de cada uno de esos conceptos en el grupo. Pues ni la elaboración de una lista de tales conceptos ni la determinación de sus frecuencias relativas nos proporcionaría indicación alguna acerca de quiénes son, en concreto, los usuarios potenciales de esos conceptos.

El propósito del Análisis Sociosemántico no es otro que el de representar las conectividades semánticas/sociales existentes entre los individuos de un grupo (o entre subgrupos de ese grupo) tal y como resultan ejemplificadas por los conceptos que usan,

  • La cuestión no está en el conjunto de conceptos concretos involucrados, sino en el patrón global de las conexiones semánticas/sociales entre individuos, patrón que la distribución de tales conceptos revela.
  • Wittgenstein afirmó que el significado reside en el uso.
  • Para la sociosemántica, el sociosignificado de un concepto consiste en las relaciones de comunicación que los usuarios de ese concepto pueden establecer a través del mismo.

Desde un punto de vista social, un concepto existe como una red de interacciones potenciales, a través del uso de ese concepto, entre los individuos que lo poseen, y que por consiguiente son sus usuarios potenciales. En lógica suele distinguirse entre la extensión de un concepto y su intensión,

La extensión de un concepto es la colección de objetos a los que tal concepto puede aplicarse. La intensión de un concepto es el conjunto de características o propiedades que lo definen. De manera análoga, los significados sociales pueden también contemplarse desde dos perspectivas diferentes y sin embargo complementarias: la extensional y la intensional (Marradi, 1991).

La socio-extensión de un concepto – en este punto parece necesario acuñar algunos neologismos – será definida como la colección de individuos que poseen (y así son usuarios potenciales de) ese concepto. Por su parte, la socio-intensión de un concepto se definirá como la colección de conceptos que están asimismo en posesión de los individuos que disponen de ese concepto, es decir, es el conjunto de conceptos que están presentes de manera concurrente en los usuarios (potenciales) de ese concepto.

La socioextensión de un concepto alude a la configuración de la red de interacciones sociales que pueden realizarse a través de ese concepto. La sociointensión de un concepto hace referencia al contenido (semántico) potencial de (las interacciones posibilitadas por) ese concepto. Ese contenido potencial viene dado precisamente por la modulación que cualquier interacción concreta iniciada a partir del concepto en cuestión sufre por parte de los demás conceptos presentes de manera concurrente en los individuos interactuantes.

Un ejemplo puede clarificar la idea: supóngase que una interacción entre dos individuos comienza a través de un concepto compartido, como puede ser ‘divertirse’. El desarrollo de esa interacción requerirá y dependerá de la existencia de otros conceptos compartidos – como, digamos, ‘ir a la ópera’, ‘ir a una discoteca’, etc.-, conceptos que serán los encargados de definir y realizar, en el curso de la interacción misma, la sociointensión del concepto inicial (‘divertirse’).

  1. De manera similar, la extensión semántica de un individuo puede definirse como el conjunto de conceptos que posee.
  2. Y la intensión semántica de un individuo vendría definida por la colección de individuos que poseen al menos algún concepto en común con ese individuo.
  3. La ‘extensión semántica’ de un individuo define su dominio objetivo de comunicación (aquello acerca de lo que puede comunicar), mientras que su ‘intensión semántica’ definiría su dominio subjetivo de comunicación (con quién puede comunicar).

Obsérvese que según este planteamiento la sociointensión de un concepto se genera a través de su socioextensión, y asimismo la intensión semántica de un individuo se genera por medio de su extensión semántica. El Análisis Sociosemántico interpreta las conectividades entre individuos (a través de conceptos compartidos) como una medida de su proximidad semántica, y las conectividades entre conceptos (a través de individuos que los comparten) como una medida de su proximidad social,

La ‘personalidad’ sociosemántica de un individuo dentro de un grupo (su ‘significado social’ como tal individuo) resulta así codificada como el conjunto de sus distancias con respecto a los otros individuos del grupo. De forma similar, el significado sociosemántico de un concepto (perteneciente al repertorio de conceptos presentes en un grupo de individuos) resulta codificado como el conjunto de las distancias sociales entre ese concepto y los demás conceptos del repertorio.

Los datos del analisis sociosemántico El Análisis Sociosemántico sólo puede operar a partir de un corpus de datos adecuado. Como los dos elementos fundamentales de este tipo de análisis son conceptos e individuos, ese corpus debe contener ambas cosas: conceptos en posesión de individuos y una adscripción efectiva de tales conceptos a individuos concretos.

  • Sólo hay un modo directo de conocer qué conceptos se hallan en posesión de un individuo: considerar las expresiones que ese individuo realmente usa.
  • Como principio metodológico se asumirá sin mayores complicaciones que las expresiones usadas por un individuo encarnan conceptos efectivamente usados (y por lo tanto poseídos) por el mismo, y que esos conceptos pueden ser eficazmente representados por medio de esas expresiones (quizá un tanto modificadas).

Así pues, los datos primarios de los que parte el Análisis Sociosemántico son conjuntos de expresiones atribuibles a distintos individuos, en la medida en que esas expresiones nos suministran la única pista disponible acerca de los conceptos en posesión de cada uno de tales individuos.

  • Las expresiones en cuestión serán interpretadas como nombres de los conceptos usados por esos individuos.
  • Es posible convertir cualquier expresión con sentido en un nombre del correspondiente concepto, simplemente substantivizándola.
  • Así por ejemplo la expresión ‘no estoy de acuerdo con la política económica del gobierno’ se transformaría en el concepto ‘no estar de acuerdo con la política económica del gobierno’.

Este concepto, desde luego, incluye como componentes algunos otros conceptos más básicos: ‘no estar de acuerdo con el gobierno’, ‘no estar de acuerdo’, ‘gobierno’, ‘política económica’, etc. El investigador debe decidir cómo «leer» conceptualmente las expresiones que está manejando; es decir, debe determinar a qué nivel de concreción va a analizar esas expresiones.

  • Puede decidir también considerar como equivalentes expresiones que admitan, de acuerdo con algún criterio, la misma interpretación conceptual.
  • Sin embargo, tanto el nivel de concreción conceptual adoptado como cualquier posible criterio de equivalencia que establezca debe mantenerse invariable a lo largo del análisis.

El conjunto de expresiones sobre las que opera el Análisis Sociosemántico se puede obtener por distintos medios: encuestas, entrevistas, redacciones. Las expresiones generadas por los individuos pueden estar preformuladas, como es el caso en las encuestas, o bien pueden estar constreñidas por un marco de referencia débil (Bernstein, 1971), como puede ser el caso en las redacciones.

Sin embargo, con vistas a obtener un conjunto de datos adecuado para el ulterior análisis sociosemántico, deben cumplirse algunos requisitos. Primero, el marco expresivo debe ser homogéneo para todos los individuos involucrados: si el investigador mezcla expresiones que han sido producidas por los individuos del grupo de referencia en marcos no homogéneos, esto conllevaría una grave distorsión de las similitudes y diferencias realmente existentes entre esos individuos.

Segundo, el grado de autoexpresión que el marco elegido permite a cada individuo debe ser similar (si algunos individuos no pueden expresarse propiamente en un marco determinado, el conjunto de datos no los representará convenientemente). En tercer lugar, el marco expresivo debe tener capacidad de contraste con respecto al grupo de individuos que componen la muestra.

  1. Es decir, los conceptos concretos usados por los individuos en ese marco no deben ser ni completamente diferentes (lo cual conllevaría una total falta de conexiones entre ellos), ni totalmente idénticos (pues ello implicaría que todos se hallan máximamente conectados).
  2. En cualquiera de esos dos casos el potencial discriminativo del subsiguiente análisis sociosemántico se desvanecería.

El uso de cualquier procedimiento concreto para generar los datos de partida del análisis planteará ciertamente problemas metodológicos específicos. Sin embargo, por caer fuera de los límites de este trabajo esos problemas no serán discutidos aquí en profundidad.

Sólo cuando se discuta el ejemplo de análisis sociosemántico que se expone más abajo consideraremos, en ese marco específico, algunos de esos problemas. El proceso de analisis: de las conectividades a las distancias El análisis conceptual de las expresiones generadas por los individuos de la muestra deberá producir una lista de conceptos.

La correspondencia entre esta lista y el conjunto de los individuos se representa por medio de una matriz que codifica los conceptos usados por cada individuo y los individuos que usan cada concepto. Esta matriz suministra los datos necesarios para establecer las conexiones existentes entre los individuos (a través de los conceptos que comparten) y las que existen entre los conceptos (a través de los individuos que los comparten).

La conectividad (Atkin, 1974 y 1981), esto es, el número de conexiones existente entre cada pareja de individuos (a través de conceptos comunes) puede entonces expresarse mediante una matriz triangular. De manera análoga, la conectividad (el número de conexiones) existente entre cada par de conceptos (a través de los individuos que los comparten) puede asimismo expresarse por medio de otra matriz triangular.

Los valores de ambas matrices se convierten a continuación en valores de similaridad mediante la aplicación de algún coeficiente de similaridad (en el ejemplo que se presenta a continuación se utilizó el coeficiente de similaridad JACCARD que forma parte del paquete de software estadístico SPSS).

  • Como resultado se obtienen dos matrices de similaridad, una correspondiente a individuos y la otra correspondiente a conceptos.
  • La matriz de similaridad entre conceptos define un valor de similaridad social para cada par de conceptos, y la matriz de similaridad entre individuos define un valor de similaridad semántica para cada par de individuos.

Dos conceptos que tengan una fuerte similaridad social serán compartidos por muchos de los individuos que usan cualquiera de ellos. Mientras que dos conceptos que tengan una débil similaridad social serán más bien socialmente incompatibles: los individuos que usan alguno de ellos tenderán a no usar el otro.

Por lo que respecta a la matriz de individuos, dos individuos que tengan una fuerte similaridad semántica compartirán una alta proporción de los conceptos que usa cualquiera de ellos. En tanto que dos individuos que tengan una débil similaridad semántica serán más bien semánticamente incompatibles: los conceptos usados por alguno de ellos tenderán a no ser usados por el otro.

Los conceptos fuertemente socioconectados (y por lo tanto fuertemente sociosimilares) indicarían su pertenencia a un campo sociosemántico particular, que sostendría un tráfico comunicacional socioespecífico. Por consiguiente, esos conceptos permitirían un tipo concreto de interacción social (una clase particular de juego de roles entre actores), y constituirían la base semántica de un medio social característico en el que se relacionaría una clase específica de individuos.

Individuos con una conexión semántica fuerte (y por tanto con una fuerte similaridad semántica) compartirían una identidad social análoga, y en consecuencia serían propensos a interactuar fuertemente. Ahora bien, el número de valores de las dos matrices indicadas es considerablemente grande incluso cuando relacionan un número bastante pequeño de conceptos e individuos (pues el número de valores crece exponencialmente respecto al número de éstos).

Por esta razón el patrón global de las relaciones de similaridad que esas matrices definen resulta muy difícil de visualizar. Debido a ello parece necesario encontrar algún método capaz de describir de manera condensada esas complejas relaciones de similaridad, con el fin de hacer visible su patrón global.

El escalamiento multidimensional (EMD) no métrico puede ser ese método. Con vistas al propósito aludido, los valores de cada una de las dos matrices de similaridad se utilizan como ‘valores de proximidad’ en sendos procesos de EMD. Estos procesos producen como resultado la localización, respectivamente, de los conceptos y de los individuos en dos gráficos (sistemas de coordenadas).

Así, la matriz de similaridades entre conceptos se transforma en un gráfico sociosemántico de conceptos, en el que los conceptos están representados como puntos y todas las relaciones de (socio-) similaridad entre conceptos se representan como distancias entre esos puntos.

De forma análoga, la matriz de similaridades entre individuos se transforma en un gráfico sociosemántico de individuos, en el que los individuos están asimismo representados como puntos y todas las relaciones de similaridad (semántica) entre individuos se representan también como distancias entre esos puntos.

Esta variación en el modo e representación (de las matrices a los gráficos) ayuda grandemente a visualizar los patrones de similaridad implícitos en las dos matrices. La proximidad entre conceptos/individuos en el gráfico respectivo indica de manera directa e inmediata que esos conceptos/individuos tienen una fuerte similaridad social/semántica.

  1. De este modo se obtienen dos imágenes complementarias de la estructura comunicacional (tal como ésta es concebida por la perspectiva sociosemántica que se viene asumiendo) del grupo analizado.
  2. Esta doble representación puede filtrarse por medio de información adicional de origen externo, información que puede ayudar a clarificar el significado de los gráficos.

Por ejemplo, el gráfico de individuos puede filtrarse a través de información acerca de la edad o el género de cada individuo, y como resultado de este filtraje su configuración inicial de puntos puede adquirir nuevos rasgos gestálticos. Cuando se filtran según algún criterio, los gráficos sociosemánticos se convierten en mapas sociosemánticos,

Un ‘mapa sociosemántico’ de conceptos exhibirá (algún aspecto de) la distribución social del significado (de los significados) en el seno del grupo de referencia, mientras que un mapa sociosemántico de individuos revela (algún aspecto de) la distribución semantica de los individuos dentro de ese grupo.

Una vez que han sido obtenidos, los mapas de uno y otro tipo deben interpretarse de manera conjugada, bien sea con vistas a hallar hipótesis capaces de explicar sus rasgos característicos, bien para corroborar hipótesis previamente formuladas. Las ideas esbozadas en estas páginas serán ejemplificadas a continuación por medio de una sumaria exposición de una investigación empírica realizada por la autora.

Un ejemplo de analisis sociosemántico El objetivo de la investigación era detectar diferentes modelos de autopercepción (Díaz, 1996) presentes entre estudiantes del último curso de EGB. Se pidió a un centenar de estudiantes, pertenecientes a cuatro colegios situados en diferentes áreas socioeconómicas de Madrid que escribieran una redacción con el título ¿Cómo te ves y cómo ves tu vida de joven, de adulto/a y de anciano/a? Un análisis conceptual del contenido (Navarro y Díaz 1995) de las redacciones determinó los conceptos usados por cada estudiante.

A continuación se elaboraron tanto listas individuales de esos conceptos como una lista general de los mismos. La cantidad de conceptos obtenidos inicialmente fue bastante considerable – más de un millar -, pero se consiguió reducirla a un número más pequeño de conceptos genéricos a los que se dio el nombre de ‘categorías’ (44 en total).

  • Se obtuvo entonces una matriz en la que se ralacionó la lista de 44 categorías con los cien individuos de la muestra, y partiendo de esa matriz se computaron las dos matrices de similaridades (de conceptos y de individuos) de las que se ha hablado en la sección anterior.
  • Los valores de esas dos matrices se utilizaron como ‘valores de proximidad’ en sendos procesos de EMD no métrico.

El resultado de cada escalamiento es una configuración gráfica bidimensional en la que cada objeto (categorías en un caso, individuos en el otro), localizado mediante dos coordenadas, se representa como un punto. De este modo las similaridades entre objetos pueden ser directamente visualizadas como distancias entre los puntos que los representan en el gráfico.

  • Las distancias entre los puntos del primer gráfico se conciben como ‘distancias sociales’ entre categorías, y las distancias entre los puntos del segundo gráfico se interpretan como ‘distancias semánticas’ entre individuos.
  • Estos dos gráficos se denominarán, respectivamente, ‘gráfico de categorías’ y ‘gráfico de individuos’.

La figura 1 muestra el gráfico de categorías. En él aparecen dos regiones principales (ver figura 2 ): un área de mayor densidad, a la que se dará el nombre de ‘núcleo’, y un área de densidad menor alrededor del núcleo y de mayor extensión. Se dará el nombre de ‘halo’ a esta segunda área.

Las sociodistancias entre conceptos situados en el núcleo son bastante pequeñas, mientras que las sociodistancias entre los conceptos emplazados en el halo son en general mayores. La distancia media entre los conceptos del núcleo y los del halo es también menor que la distancia media entre los mismos conceptos del halo.

Algunos conceptos muy cercanos del núcleo son: dinero, propiedades, ambición y autoconfianza (recordemos que son los conceptos empleados por los y las adolescentes para referirse a su futuro). Su similaridad semántica es intuitivamente clara, y sin embargo su cercanía en el gráfico no es el resultado de consideración semántica alguna, sino que es exclusivamente efecto de sus conexiones sociales (a través de los individuos que usan esos conceptos).

Por otra parte, los conceptos del halo son mucho más variados por lo que respecta a su contenido semántico: algunos de ellos – precisamente aquellos que se hallan más distantes, localizados en ambos extremos del halo – parecen incluso contradictorios, en el sentido de ser semánticamente incompatibles – por ejemplo, (ser) independiente y (ser) ama de casa,

La figura 3 muestra una interpretación del gráfico de categorías en términos de distintos modelos de autopercepción. Los conceptos del gráfico que pertenecen a cada una de las áreas distinguidas poseen una suerte de coherencia mutua; de manera concurrente ejemplifican concepciones generales de la vida, las cuales tienden a ser asumidas por subgrupos específicos de individuos.

Cabe detectar dos patrones o modelos de autopercepción principales: el ‘modelo orientado a la profesión’ y el ‘modelo orientado a la familia’. Con vistas a definir mejor esos modelos es conveniente disponer de información adicional acerca de los individuos involucrados. Esta información la suministran el gráfico de individuos, las listas individuales de conceptos, las mismas redacciones, y ciertos datos de origen exógeno (acerca del género, el entorno familiar y socioeconómico, etc.).

Por consiguiente, los modelos no se determinan simplemente porque parecen constituir conjuntos semánticamente coherentes, sino también porque definen subgrupos específicos de individuos. Gracias al examen de la información adicional indicada puede detectarse un tercer modelo, al que se dará el nombre de ‘dual’, entre los otros dos.

  • Las fronteras entre los dos modelos principales no son tajantes, sino que éstos se solapan en cierta medida.
  • De ahí que el ‘modelo dual’ aparezca como totalmente recubierto por los otros dos.
  • El modelo profesional parece incluir dos submodelos: el ‘yuppie’ y el ‘progresista’.
  • La figura 5 representa, sobre la base del gráfico de individuos, un mapa de los individuos que pertenecen a los modelos postulados.

Los individuos fueron clasificados en uno u otro modelo mediante el examen, con un criterio común, de sus listas individuales de conceptos y sus redacciones. De nuevo se evidencia que las áreas correspondientes a cada modelo se solapan parcialmente. Sin embargo, la distribución general de los individuos muestra tres regiones en las que la predominancia de cada uno de los tres modelos resalta claramente.

  • La figura 6 muestra el gráfico de individuos filtrado a través del criterio de género,
  • El mapa sociosemántico resultante exhibe tres áreas en las que el predominio de las chicas es claro.
  • Tales áreas corresponden a los tres modelos de autopercepción postulados: el ‘orientado a la familia’ a la derecha, el ‘dual’ en el centro, y el ‘progresivo’ (un submodelo del modelo ‘orientado a la profesión’) a la izquierda.

De hecho la separación entre esos tres modelos es más marcada y fuerte en el caso de las chicas que en el de los chicos. Un análisis cuidadoso de estos y otros mapas sociosemánticos, obtenidos a partir de los dos gráficos (el de categorías y el de individuos) requeriría una discusión pormenorizada que estaría fuera de lugar en un trabajo de las dimensiones de éste.

  1. Las indicaciones previas han pretendido simplemente suministrar un esbozo del modo cómo ese análisis puede desarrollarse.
  2. Conclusiones La noción de ‘Análisis Sociosemántico’ se ha presentado como un instrumento diseñado para revelar aspectos fundamentales de la estructura de comunicación (a la vez social y semántica) de los grupos humanos en general.

Esta estructura se concibe como una constricción fundamental que actúa sobre el proceso de la interacción social. Las ideas de conectividad social (entre conceptos) y de conectividad semánica (entre individuos) se encuentran en el punto de partida de una representación matemática de esa estructura de comunicación.

Esta representación se obtiene por medio del uso de matrices de similaridades y del EMD no métrico, y consiste en gráficos y mapas sociosemánticos que, una vez interpretados, son capaces de revelar la estructura básica de los vínculos sociales y semánticos que constituyen el trasfondo comunicacional del grupo que se estudia.

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