Editorial: La trampa de la escalabilidad

Por Alonso Mujica - hace 6 años

Sección: Startups


Si estás metido en tu ecosistema - o como sea que lo llamen - local de emprendimiento, seguramente ya te pidieron que hagas tu "elevator pitch" más de 300 veces y lo más probable es que también en algún momento te hicieron la pregunta: ¿y ese negocio es escalable? ¿cómo es que es escalable? ¿cómo lo escalas? o cualquiera de sus equivalentes.

La pregunta te la puede hacer cualquiera de estos personajes, que pueden ser actores principales o secundarios del ecosistema: inversionistas, otros emprendedores, opinólogos, medios (los que se dignan en cubrir emprendimiento tecnológico), "groupies" (aquellos que están en todas, pero a la vez no tienen ningún proyecto propio pero están por amor al deporte), personalidades del Estado, entre otros.

Los intereses son diversos por los cuales puede llegar aquella pregunta: el inversionista que podría meter plata en tu startup, el emprendedor que necesita ejemplos de como otros la están haciendo bien o como la estás haciendo pésimo y ayudarte o hacerte un poco de "bullying", los curiosos y demás.

Lo que entiendo por escalabilidad -y espero no estar cometiendo una burrada acá- es la capacidad de tu startup de poder alcanzar una cobertura de sus productos o servicios en múltiples mercados replicando una fórmula exitosa y que no impliquen hacer inversiones millonarias de capital, esto está directamente relacionado con la exponencialidad del negocio.

Todo eso es muy lindo, siempre y cuando tengas un negocio y efectivamente estés buscando hacer un negocio, ¿por qué el artículo se llama "la trampa de la escalabilidad"? Porque efectivamente esta puede ser una trampa, no todos los negocios que hagas tienen que ser escalables, no todas las empresas que hagas tienen que ser startups. No todo lo que hagas tiene que ser un negocio.

Muchas de las compañías más valiosas del mundo comenzaron como experimentos de universitarios, hobbies de personas fanáticas de la tecnología y demás, si googleas un rato encontrarás muchos ejemplos de esto. Tratar de forzar lo que estés haciendo - ya sea un hobby, un proyecto, un pasatiempo, una curiosidad o un negocio - a que sea escalable porque otros lo dicen o porque tienes que llenar tu Business Model Canvas (soy un enemigo acérrimo de usar esta herramienta) sencillamente arruina la creatividad y mata un montón de opciones que pueden no comenzar escalables y terminar llevándote por caminos mucho más interesantes de lo que tu modelo "escalable" inicial planteaba.

 

La próxima vez que te pregunten: ¿tu negocio es escalable? ¡Porque simplemente no los mandas a volar!

 

Autor del artículo

Alonso Mujica

Alonso Mujica es el Director de Timov. Él es un emprendedor que se ha desempeñado en cargos comerciales para empresas de Tecnología, además de consultor para diversas Startups. En la actualidad trabaja en ventas para Lenovo mientras apoya como externo en otros proyectos. Estudió Ingeniería Industrial y está siguiendo una especialización en Trade Marketing. En su tiempo libre disfruta hacer deporte, la música indie y aprender sobre nuevas cosas que están pasando en el mundo.

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